La organización ecologista denunció ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación que los desmontes aumentaron durante el período de cuarentena y solicitó que se disponga el freno a la deforestación por afectar el hábitat de los últimos 20 yaguaretés que quedan en la región del Gran Chaco.
La medida cautelar presentada es por “daño grave e irreversible”, e informa que entre el 15 de marzo y el 30 de junio de 2020, durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, se deforestaron 21.275 hectáreas de bosques nativos en las provincias de Santiago del Estero, Salta, Formosa y Chaco. Se trata de una superficie similar a la de la ciudad de Buenos Aires.
La organización advirtió al máximo tribunal del país que “dichas zonas desmontadas coinciden con el territorio y hábitat del yaguareté, accionante en la presente acción, poniendo cada vez más en riesgo su supervivencia, su propia existencia”. Frente a esta situación, Greenpeace solicitó a la Corte que dicte “el inmediato cese, en la totalidad del territorio de las cuatro provincias demandadas, de cualquier tipo de actividad de desmonte de bosque nativo”.
“El desmonte no es una actividad esencial. Todo lo contrario, lo esencial es detenerlos. Más desmontes significan más enfermedades, más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, y la desaparición de especies en peligro de extinción, como el yaguareté”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
“Resulta increíble que el desmonte no se detenga ni en cuarentena. Es por ello que necesitamos una rápida intervención de la Corte para detener los desmontes que están generando un daño gravísimo e irreversible”, señaló Enrique Viale, asesor legal de Greenpeace y letrado patrocinante de la causa.
Argentina es el país de América del Sur en el que quedan menos yaguaretés, cerca de 250 individuos; en la región del Gran Chaco se ha producido una importante disminución en los últimos diez años y hoy hay menos de 20.
Para poder sobrevivir, cada animal necesita aproximadamente 40 mil hectáreas de bosque continuo y en buen estado de conservación, una superficie similar a dos veces la Ciudad de Buenos Aires.
Este pedido se realiza dentro de la acción de amparo presentada hace un año por la organización en nombre y representación del yaguareté, que aún continúa en estudio por el máximo tribunal. Se trata de la primera vez en la historia jurídica de nuestro país que se realizó una acción judicial en nombre de una especie animal y de los Derechos de la Naturaleza. La demanda fue realizada contra las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero y el Estado Nacional, por no cumplir la Ley Nacional de Bosques Nativos y no garantizar la supervivencia de la especie en la región del Gran Chaco argentino. La Procuración General de la Nación ya dictaminó que la causa es jurisdicción de la Corte. (3)
El amparo incluye el pedido para que se garantice “Deforestación Cero” en los territorios donde vive la especie, se prohíba su degradación, fragmentación y deforestación; y se implemente un Plan de Manejo sobre el Yaguareté, como lo dispone la Ley Nacional Nº 25.463 que lo declara Monumento Natural Nacional.