Israel: continúan las masivas manifestaciones que piden la renuncia del primer ministro Netanyahu

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El rebrote de casos por coronavirus y la crisis económica ha sacado a los jóvenes a la calle casi a diario.

Las manifestaciones son ya casi diarias, también ante la residencia oficial del primer ministro, cuyo plan de ayudas contra los efectos de la covid-19 no logra frenar el descontento. El sábado por la noche, miles de personas, sobre todo jóvenes, volvieron a exigir la dimisión de Netanyahu, pendiente de varios procesos por corrupción y bajo una fuerte presión tres meses después de formar un Ejecutivo que se muestra desunido.

La rápida reapertura económica tras la contención inicial de la pandemia se ha vuelto contra Netanyahu, con una nueva ola que supera el millar de casos cada día y alcanza ya los 61.000 afectados y 464 muertos (en una población de nueve millones). Al malestar por la errática gestión de la emergencia sanitaria y sus consecuencias se une un hartazgo cada vez mayor ante un dirigente que lleva casi tres lustros de mandatos acumulados en el poder al frente de los Ejecutivos más derechistas de la historia del país y que intenta torpedear de los casos de corrupción que le acechan.

“¡Dictador, vete a casa!”, “¡vergüenza!”, “¡corruptos a la cárcel!”, gritan los asistentes a las protestas, que parecen haber sacado de una cierta apatía política a la juventud israelí, golpeada también por el creciente desempleo —el 20% frente al 3,4% de febrero—. El sábado por la noche, miles de manifestantes volvieron a congregarse en Jerusalén y Tel Aviv, en puentes de varias ciudades, así como ante la residencia oficial del primer ministro en la Ciudad Santa, y por primera vez, según informó la agencia France Presse, ante el hogar privado de Netanyahu en la ciudad costera de Cesarea. La Policía movilizó a cientos de agentes y bloqueó los accesos a las residencias del líder israelí después de una semana con fuertes altercados, detenciones y dispersión de manifestantes con cañones de agua. El sábado hubo dos detenidos por atacar a manifestantes antigubernamentales, según los medios israelíes.

FRACASO DEL PLAN ECONÓMICO

Netanyahu, que ha tildado de anarquistas de izquierda a los que protestan, intentó a mediados de julio reaccionar a la contestación popular con un plan de ayuda económica universal (independiente de la situación laboral o el nivel de renta) con partidas de unos 750 shequels (190 euros) para los solteros sin hijos a los 3.000 shequels (765 euros) para las familias con tres o más hijos. Pero no ha sido suficiente. La popularidad del primer ministro, en alza tras el primer embate de la pandemia, ha caído en picado hasta el 30%, y una encuesta publicada el viernes por el diario Yediot Ahronot, afirmaba que el 78% de los jóvenes cree que el Ejecutivo está desconectado del interés público y que lo único que preocupa a Netanyahu son sus juicios pendientes. Estos, en un movimiento sin líderes aparentes, han convertido las banderas negras en su insignia, y apuntan sobre todo a los casos de corrupción que persiguen al mandatario israelí.

EN LA MIRA

Netanyahu, acusado de soborno, fraude y abuso de poder, deberá comparecer de nuevo en enero próximo ante un tribunal de Jerusalén. El primer ministro atribuye su delicada situación legal a una conspiración entre el fiscal general, Avijai Mandelblit; los investigadores de la policía y la prensa.

Pese a las continuadas protestas de esta semana, cuyas imágenes han copado telediarios a nivel nacional e internacional, las manifestaciones contra el Gobierno en Israel hasta ahora solo han desembocado en la dimisión de una primera ministra, Golda Meír, que dejó su puesto presionada por las grandes manifestaciones contra la Guerra de Yom Kipur, que enfrentó en 1973 al Estado hebreo con Egipto y Siria.

JÓVENES A LAS CALLES

La mayor parte de los jóvenes que participan en las protestas militan en la reserva después de haber cumplido con el servicio militar obligatorio, de casi tres años para los hombres, y de dos para las mujeres. A menudo, con ellos se manifiestan sus padres y abuelos, también reservistas, en un movimiento que se ha hecho trasversal. Los Banderas Negras, que iniciaron sus protestas en marzo por el primer proceso judicial contra Netanyahu, dicen no tener ningún jefe, pero reconocen que se inspira en el brigadier general de la fuerza aérea en la reserva Amir Haskel, quien durante cuatro años ha protagonizado una cruzada en solitario por carreteras de todo el país abogando por la dimisión de Netanyahu.

Y es precisamente en las inmediaciones de la residencia oficial del primer ministro, en la calle Balfour del barrio jerosolimitano de Rejavia, donde los manifestantes han situado la zona cero de las protestas. Durante al menos tres noches de la pasada semana, desde la casa de Netanyahu se oían los enfrentamientos entre la policía y los Banderas Negras, que entonaban el grito de “ministro delincuente” y arrojaban flores a los agentes. Las imágenes de violencia y represión policial, incluso con agentes montados a caballo y con camiones que lanzaban chorros de agua, han sorprendido a los israelíes, solo habituados a verlas cuando hay alterados entre palestinos y soldados hebreos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: El País

Foto: Segre.com