El Consejo Federal de Educación aprobó de manera unánime los protocolos federales para la vuelta a clases presenciales.
El encuentro estuvo encabezado por el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, con la presencia de ministros y ministras de Educación de las 24 jurisdicciones del país y demás integrantes del CFE, autoridades nacionales y representantes de sindicatos docentes. Allí se aprobó de manera unánime el documento “Protocolo Marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria”.
Esta resolución fija los lineamientos obligatorios marco y recomendaciones generales y le permitirá a cada provincia y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, elaborar planes progresivos y acorde a sus particularidades que garanticen un retorno seguro a los establecimientos en el momento en que la situación epidemiológica lo permita.
El protocolo marco y los lineamientos federales establecen un conjunto de pautas de trabajo que promueven un ordenamiento en las actividades inherentes al retorno a las clases presenciales, basadas en criterios sanitarios y salud y seguridad en el trabajo, así como de organización escolar y pedagógica.
El documento constituye un piso mínimo de requerimientos para la apertura de instituciones educativas, a partir de los cuales cada jurisdicción podrá agregar criterios adicionales y adecuarlos a la realidad local.
Estas pautas básicas para el rediseño de la dimensión física y de los flujos del movimiento dentro de la escuela se basan en el distanciamiento físico, el tiempo de exposición, la dinámica del aire y la higiene personal.
Cada jurisdicción podrá construir reglamentaciones propias complementarias. Para ello, las provincias deberán presentar un Plan Jurisdiccional de retorno a clases presenciales ante el Ministerio de Educación de la Nación, a través de la Secretaría General del Consejo Federal de Educación.
El mismo deberá contemplar en su organización y alcances, lo establecido en el documento acordado y tener la aprobación de las máximas autoridades educativas y sanitarias de cada jurisdicción.
EN EL AULA
Los criterios básicos para el rediseño de la dimensión física y de los flujos del movimiento dentro de la escuela, por las características de transmisión de la COVID-19, se basarán en el distanciamiento físico, el tiempo de exposición, la dinámica del aire y la higiene personal.
El distanciamiento físico será de 1,50 metros entre alumnos sentados (1,80 relativo para docentes) y 2 metros en tránsito y espera, en tanto que el tiempo máximo en el aula será de 1,30 horas. Habrá control de la ventilación (natural y artificial), separación por planos (maestro de pie, alumnos sentados) y puntos de cruce de personas (ingreso, egreso, baños, comedores, patios de juego).
En base a un aula tipo (7,20 x 7,20 metros), se han tomado dos criterios de aplicación: distanciamiento y burbujas. En el primer caso se mantiene la distancia recomendada entre alumnos en diversas disposiciones.
Las burbujas constan de pequeños grupos de 2 a 5 participantes que poseen características comunes en relación con la pandemia (alumnos de familias sin integrantes en las franjas de riesgo, alumnos vecinos por manzanas o edificio o de familias de trabajadores esenciales), con la docente circulando libremente.