Una de los temporadas más atípicas de la historia del fútbol europeo llegó a su fin este domingo con el triunfo del Bayern Múnich por 1 a 0 sobre el Paris Saint-Germain (PSG) en el Estádio da Luz de Lisboa en el marco de la final de la UEFA Champions League. Con arbitraje del italiano Daniele Orsato, el cuadro alemán se coronó como el nuevo campeón de Europa.
En los primeros minutos, el conjunto germano se apoderó de la mitad de la cancha gracias Goretzka y Thiago, mientras que el cuadro francés, que había intentado presionar en la salida, se encontró rápidamente acorralado en su terreno de juego. Pese a esto, en los instantes iniciales apenas hubo peligro en las áreas y los campeones de la Ligue 1 se sintieron más cómodos con el rol de presionar y salir rápido.
La primera clara llegó a los 17 minutos. El cuadro galo recuperó en mitad de cancha y Marquinhos buscó en seguida a Kylian Mbappé por la punta izquierda. El delantero encaró y luego filtró para Neymar quien quedó mano a mano con Manuel Neuer, pero con poco ángulo y su remate de zurda fue desactivado por el arquero.
De inmediato respondió el Bayern con un centro bajo al área que Robert Lewandowski controló con zurda y remató con derecha de media vuelta, pero que se estrelló en el palo. El PSG dilapidó otra chance en una réplica, nacida en una recuperación en mitad de cancha, que Di María culminó con un disparo por arriba del travesaño con su pierna menos hábil.
Lamentablemente para el campeón de la Bundesliga, a los 24 minutos el entrenador se vio obligado a realizar la primera variante. Jerome Boateng salió lesionado y en su lugar ingresó Niklas Süle. Además, dentro del terreno de juego estaba incómodo porque no podía encontrar espacios y las pérdidas en salida le estaban generando un dolor de cabeza que parecía no tener solución.
La única arma de ataque era Lewandowski, quien a los 30 minutos cabeceó un centro desde la derecha e hizo lucir a Keylor Navas, quien tuvo su primera atajada del partido.
Sin dudas, la más clara del primer tiempo llegó sobre el final, cuando el Bayern era superior y parecía acercarse al primero. Fue en un error de Alaba en la salida que le regaló la pelota en su área a Mbappé. El francés no encontró el espacio y soltó para Ander Herrera, quien al quedar mano a mano con Neuer eligió soltar atrás, de nuevo para el delantero francés, quien sorprendido por la devolución, no le dio el recorrido suficiente a su pierna derecha, por lo que al definir de primera, le salió un remate débil que cayó en las manos del arquero alemán.
En el complemento llegaron las emociones. El Bayern se plantó igual que al inicio del partido, bien adelantado y con la decisión de adueñarse del balón. Fue así que con mucha gente en ataque, acorraló al PSG y encontró el 1 a 0 tras una gran jugada colectiva que terminó con Goretzka lanzando un centro al segundo palo para que Coman, de cabeza, grite el 1-0.
El Bayern tomó confianza y comenzó encontrar espacios ante un desorientado equipo de Tuchel que tras el tanto empezó a sufrir el partido. Los desbordes por ambas bandas y el retroceso de su equipo hizo que el técnico saque de la cancha a Paredes para darle lugar a Marco Verrati e intentar así recuperar el orden.
A los 70 minutos, el cuadro parisino encontró una opción clara en una jugada fantástica de Di María por derecha, quien juntó marcas y soltó para la subida de Marquinhos. El brasileño entró en velocidad al área y definió cruzado el mano a mano, pero nuevamente Neuer se vistió de héroe y con su pie derecho evitó el empate.
Los últimos instantes fueron de puro nerviosismo por parte de ambos. La pelota parecía quemarle a los dos elencos y los errores se acumularon. El Bayern no pudo aprovechar los espacios claros que regaló el PSG, que desesperado por ir a buscar el empate, saltó líneas y falló varios pases. Por su parte, Neymar no pudo encontrarse con el balón y sufrió la estrategia del rival, que cada vez que tocaba el esférico, lo recibía con una infracción.
Así y todo, el equipo francés tuvo el empate en el minuto 91. Mbappé emprendió una corrida por izquierda, filtró para Neymar, quien en el área se sacó una marca de encima y dejó a Eric Maxim Choupo-Moting sólo contra Neuer, pero el delantero falló en la definición.
Finalmente, no hubo tiempo para más y cuando el árbitro Daniele Orsato pitó el final, el Bayern Múnich se consagró campeón de la Champions League 2020, una edición que será recordada por el cambio de formato que tuvo que implementar la UEFA por el coronavirus. Pero además porque el cuadro alemán ganó todos sus compromisos, algo que nunca había sucedido en la historia.
El Bayern llevaba mucho tiempo esperando este momento. El multicampeón de Alemania, un club gestionado de forma tradicional y que atravesó una temporada asombrosa en los terrenos de juego. El Rekordmeister empezó con dudas pero cuando Hansi Flick se hizo cargo del equipo, nadie pudo detenerlos: llegó a esta final con 21 partidos sin perder, invictos en todo el 2020, y con actuaciones extraordinarias como contra el Barcelona (8-2).
Tras haber conquistado la Bundesliga y la Copa de Alemania, el elenco germano repitió el histórico ‘Triplete’ que había obtenido en la temporada 2012/13 con Jupp Heynckes como DT, con un plantel en el que también estaban Thomas Müller, Manuel Neuer, Jérôme Boateng, David Alaba y Javi Martínez en la plantilla.
Con seis títulos de campeón de Europa, el Bayern alcanza en el palmarés al Liverpool, el vencedor de la pasada Champions. Solo tiene por delante al Real Madrid (13 títulos) y al AC Milan (7). A su vez, Robert Lewandowski terminó como máximo anotador de esta edición, con 15 goles, aunque no pudo sumar en la final y quedó a dos del récord de 17 de Cristiano Ronaldo.
Por su parte, el París Saint-Germain, que jugaba la primera final de su historia en el máximo torneo europeo, tendrá que seguir esperando para levantar el trofeo que obsesiona a sus propietarios cataríes. El Marsella, que se coronó en 1993, se mantiene como el único club francés en haber logrado el título europeo.
Fuente: Infobae.