El hecho sucedió días atrás, cuando personal de la fuerza federal advirtió la presencia de dos canoas sospechosas en el margen izquierdo del río Paraná, a la altura del kilómetro 1.254. Al indagar sobre los individuos, estos manifestaron ser de Paraguay y que pescaban utilizando elementos prohibidos debido a la difícil situación que genera la bajante hace varios meses.
Estos hombres, ambos mayores de edad, tenían una gran cantidad de especies en sus embarcaciones y herramientas que no están permitidas para la pesca en la provincia.
Ante dicho panorama, los uniformados procedieron a la demora de los pescadores y al secuestro tanto de los peces como de las canoas y los espinales que estaban cargados de carnada viva.
Finalmente fueron trasladados nuevamente a Paraguay, previa notificación a la embajada paraguaya y a la Dirección de Migraciones.