La Legislatura de Tierra del Fuego debate un proyecto de ley para asegurar la protección del huillín, un tipo de nutria nativa de la Patagonia que se encuentra en peligro de extinción debido a la caza, la industria peletera, la construcción y el uso de cursos de agua donde instalan sus madrigueras.
Se trata de uno de los animales más autóctonos de la región, pero también uno de los más desconocidos, tal vez porque sus hábitos solitarios y nocturnos hacen que pocas veces pueda ser divisado por seres humanos.
La especie fue afectada por la caza a partir de la década del 50, durante el boom de la industria peletera y desde entonces se refugió en el parque nacional Nahuel Huapi -Río Negro- y en Tierra del Fuego, donde está diseminada en el parque nacional del mismo nombre, la llamada Península Mitre y la Isla de los Estados.
El huillín se encuentra categorizado como “en peligro de extinción” por la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos, a nivel nacional, y por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Si bien una ley fueguina de 1994 prohibió la caza y la explotación del huillín con fines comerciales, un nuevo proyecto presentado por el bloque de diputados provinciales de la Unión Cívica Radical (UCR) propone declarar a la especie como “patrimonio natural de la provincia“, con estándares particulares de protección y monitoreo, y con artículos relacionados a la investigación y a la difusión educativa de esta variedad de la fauna patagónica.
Alejandro Valenzuela, investigador adjunto del Conicet y docente investigador del Instituto de Ciencias Polares, Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (Untdf), explicó que las nutrias constituyen una parte importante del ambiente porque pertenecen a los llamados “predadores tope”. “En Tierra del Fuego, son los únicos animales nativos de esta característica, junto con el zorro colorado. Su rol es clave porque mantienen el equilibrio dinámico del ecosistema“, sostuvo el especialista en diálogo con Télam.
Además, precisó que se trata de la única especie mamífera “realmente semiacuática”, ya que mientras –por ejemplo– los lobos marinos apenas salen a tierra para descansar, los huillines “viven la mitad de su vida en ecosistemas marinos y la otra en ecosistemas terrestres”.
El investigador recordó que la necesidad de mejorar la protección de estos animales a través de legislaciones surgió como consecuencia de un taller científico binacional, entre la Argentina y Chile, realizado en 2018.
El proyecto establece que el Estado deberá “armonizar la protección y conservación de la especie con el uso y aprovechamiento de los recursos naturales que constituyen su medio de vida”, y que se promoverá la “preparación de profesionales especializados en la administración y monitoreo de la especie”.
Además, la ley impulsará la celebración de acuerdos, la realización de estudios e investigaciones y la creación de contenido educativo en distintos canales de comunicación “para concientizar e informar a los ciudadanos sobre la importancia de la presencia del huillín en los ecosistemas del archipiélago fueguino”, sostiene la iniciativa legal.
Por su parte, el diputado provincial Federico Sciurano, uno de los impulsores del proyecto, señaló que la norma busca dar “una contención adecuada a la especie y generar una política educativa que resalte la fauna autóctona sobre la introducida que ha tenido tanto impacto negativo, como sucede con los castores y los conejos”.