Sucedió en la noche del domingo en Villa Olivari.
Según trascendió, dotaciones de bomberos se encuentran trabajando arduamente hace varias horas para intentar controlar el fuego que ya dejó en cenizas unas 1000 hectáreas de áreas de forestación.
Todo inició en un aserradero-en una aparente quema de residuos-y las llamas se expandieron con velocidad gracias a la fuertes ráfagas de viento que se registraron durante el fin de semana.
Los bomberos indicaron que se trabajaba en el enfriamiento y el perímetro del fuego, pero que la lluvia sería una enorme ayuda para extinguir los focos que continúan activos.