Así lo explicó el presidente de la Cooperativa Frutihortícola del Chaco, Américo Barúa, quien afirmó que los incrementos son circunstanciales y estimó que en 10 días podrían retomar su valor habitual.
Según determinó el último relevamiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec, en septiembre las frutas tuvieron el mayor incremento en el NEA con +11,4% (única que superó los diez puntos), seguida de «verduras, legumbres y tubérculos» con +7,7%. De esta forma en el acumulado del año, las verduras, tubérculos y legumbres muestran la mayor alza del año con un 56,2%. En la comparación interanual, a su vez, la mayor alza de precios la tienen las frutas con el 85,9%.
En tal sentido, el titular del Mercado Frutihorítcola de la provincia, Américo Barúa, explicó que la sequía que afecta a varias provincias -principalmente del norte argentino- y las restricciones de circulación que aún prevalecen según cada jurisdicción, generan la disparada de precios de verduras, frutas y hortalizas, como el caso de los tomates o y los morrones.
Asimismo, Barúa señaló que se tratan de incrementos estacionales y circunstanciales, por lo que tienden a normalizarse con el tiempo. Y anticipó que en diez días más podrían retrotraerse los costos de estos productos. «Siempre somos noticia cuando aparece algún inconveniente de escasez de algún producto, eso genera modificaciones en algunos precios, pero hay varios factores, no es solo un argumento, sino que son reales. Esta enorme sequía golpeó muy fuerte toda la región, más que nada lo que es hortalizas y verduras, tenemos problemas de abastecimiento, y obviamente tenemos el otro inconveniente que todavía nunca se resolvió que son las restricciones que hay en distintos lugares, provincias, inclusive algunos municipios porque con este tema de la pandemia, cada zona, cada provincia tiene un peaje propio y eso complica el abastecimiento», manifestó el referente del sector en diálogo por Radio Facundo Quiroga.
«No hay en el país un mercado que tenga abastecimiento local, por lo general todos los abastecimientos se genera a un promedio de mil kilómetros de distancia de un mercado, como el caso nuestro donde está a más de mil kilómetros la zona de producción dónde nos abastecemos y eso nos genera muchos inconvenientes», sostuvo.
Al mismo tiempo recordó que «estos precios siempre son circunstanciales, esperemos que una vez que se normalice el abastecimiento como el caso del tomate que es uno de los emblemáticos, seguramente vamos a volver a la normalidad», anticipó y destacó que «es una gran ventaja que tiene nuestra actividad, que no es como otros productos que cuando sube no bajan más, lo nuestro una vez que se normaliza el abastecimiento vuelve a su cauce normal», afirmó.
«Obviamente que está sujeto a la oferta y la demanda, si hay mucha oferta el producto automáticamente cae, si hay poca oferta el producto automáticamente sube, que es lo que está pasando ahora».
Barúa también aclaró que en el rubro no existe especulación. «Esto es todo una cadena y es muy difícil especular, la gente por ahí no tiene conocimiento y cree que en algún lugar determinado de la cadena se puede especular con los precios y esto es inviable porque es muy volátil, por más cámara de frío que tenga no lo puede almacenar más de 48 o 72 horas, entonces no podes guardar tomate y no venderlo para ver si mejora el precio, en esto es inviable, o lo vendés o lo vendés, podés tenerlo dos o tres días pero aparece un tomate nuevo y lo vas a tener que tirar, es lo que pasa».
En este sentido anticipó que «en diez días se va a ir normalizando fuertemente el abastecimiento y, a partir de ahí, se van a ir acomodando los precio. En diez días más se va a mejorar».
