Sucedió ayer en la localidad de Pozo de Maza.
Según trascendió, una auténtica batalla campal se desató en el interior formoseño tras la toma de la Planta de Agua por parte de un nutrido grupo de originarios, los cuales reclamaban perforaciones para varias localidades que carecen de agua potable.
Cerca de las 14, la Policía formoseña desplegó un gran operativo para dispersar a los manifestantes y fue cuando se produjo el enfrentamiento, donde los originarios no sólo arrojaban elementos contundentes, sino que algunos estaban armados con armas de fuego y hachas.
Tras varios minutos, se logró detener a ocho manifestantes. Unos cuatro agentes resultaron heridos (tres con cortes de arma blanca).
Sin embargo, cerca de las 18, otro enfrentamiento se dio-aunque de menores proporciones-, esta vez frente a la casa del intendente de la localidad, donde los originarios vociferaban que tomarían el Centro de Salud local sino liberaban a los detenidos. Dado que el grupo de hostiles era menor, los uniformados lograron reducirlos y se sumaron tres detenidos más. Se totalizó la aprehensión de 11 sujetos (uno menor de edad).
Entre los elementos secuestrados se encuentran una escopeta, vainas, palos, y hierros, entre otros elementos de interés para la investigación.
Los oficiales heridos fueron dados de alta, ya que se encontraban fuera de peligro.
Foto: La Mañana
