Masiva renuncia de ministros peruanos tras los muertos en las protestas 

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Se agudiza la crisis de Perú. La sexta jornada de protestas contra el nuevo presidente, Manuel Merino, arrojó las dos primeras víctimas mortales en Lima. Dos jóvenes, Jack Pintado e Inti Sotelo, cayeron en la capital, al menos uno de ellos por disparos de bala efectuados por la policía que reprime a quienes se manifiestan contra lo que consideran un golpe de Estado.

La muerte de los dos manifestantes ha provocado el cese en cascada de hasta 13 ministros de los 18 que componen el nuevo gabinete, incluidos los titulares de Interior (Gastón Rodríguez) y Justicia (Delia Muñoz) envueltos en la maniobra presidencial para aferrarse al poder.

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh) reportó además la desaparición de una docena de manifestantes durante las marchas antigubernamentales de ayer sábado y la persecución contra ellos en las calles de Lima durante toda la madrugada. La Cnddhh también asegura que son decenas los heridos hasta el momento.

 

«Hacemos un llamado a los organismos internacionales. En el Perú está ocurriendo una masacre contra los que ejercen su derecho a la protesta. Manuel Merino, su primer ministro y su comando son responsables de estas muertes y los tribunales internacionales los esperan», acusó la Cnddhh tras confirmar las muertes de Pintado y Sotelo.

 

«Circulan en redes listas de desaparecidos. Exijo que la Policía del Perú publique la lista de detenidos de inmediato e invoco al mecanismo nacional de prevención de la tortura, que depende de la Defensora, a que asuma un rol proactivo esta madrugada», reclamó el congresistas Alberto de Belaunde.

 

Incluso el Tribunal Constitucional, que debe decidir la semana que viene sobre el mecanismo parlamentario usado para destituir a Martín Vizcarra, publicó en redes sociales su consternación ante los abusos policiales. «Ante la muerte de dos jóvenes y múltiples heridos en las marchas del día de hoy, la presidencia del Tribunal Constitucional expresa su profundo rechazo a la actuación de la Policía Nacional del Perú», afirmó el alto tribunal, que también insistió en el derecho a la protesta y a la libertad de expresión de los ciudadanos.

Los acontecimientos han arrinconado a Merino en un callejón sin salida. Sus principales aliados, que estaban hasta hace unas horas dentro del Congreso que forzó la salida de Vizcarra, le amenazan ahora. El nuevo presidente parlamentario, Luis Valdez, reclamó a Merino que evalúe su renuncia. La Junta de Portavoces valorará a lo largo de la mañana su destitución.

El primer ministro, Antero Flores Aráoz, el mismo que aseguraba no comprender que le «fastidia» estos días a la gente, reconoció durante la madrugada que no es «adivino» al ser preguntado por la situación del presidente. «Lo estoy llamando y no logro comunicarme, no tengo la más remota idea de si ha renunciado», declaró a una emisora local.

Hoy se cumplen siete días desde que el Congreso que presidía entonces el propio Merino destituyó por «incapacidad moral permanente» a Vizcarra, sometido entonces a una investigación preliminar por corrupción. Una maniobra que lanzó a la calle a los peruanos y que tampoco alcanzó reconocimiento internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA) reclamó al Tribunal Constitucional que dictamine sobre la legalidad y constitucionalidad del mecanismo de «vacancia» realizado por un Congreso bajo sospecha, con más de 80 de sus integrantes sometidos a procesos de investigación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: El Mundo

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