Adriana Barreto, de 26 años, falleció el 23 de noviembre tras recibir un disparo en el pecho en su casa de Colonia Elisa.
En un primer momento la Policía del Chaco presentó el hecho como un presunto suicidio, pero la familia denunció un posible femicidio.
Tras la denuncia radicada por la mamá de Adriana y luego de la presentación como querellante particular de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, su pareja, el policía Carlos Ojeda de 22 años, fue detenido en una seccional fuera de la mencionada localidad, aguardándose los resultados de las pericias que confirmasen o no la presencia de pólvora en las manos del sospechoso y su padre.
Giro en el caso
Este jueves, la investigación del caso dio un giro, tras la confirmación de la presencia de pólvora en las manos tanto de Adriana como del policía Carlos Ojeda, por lo que el sospechoso continuará detenido por el presunto femicidio de la joven, según lo dispuso la fiscal, Andrea Langellotti.
El resultado del barrido electrónico fue confirmado por el Procurador General, Jorge Canteros, en entrevista por Ciudad TV. En tanto que el barrido en las manos del padre de Ojeda -quien entregó el arma hasta la comisaría de Colonia Elisa- dio negativo.
Ahora la Justicia se encuentra abocada a esclarecer la mecánica del disparo y determinar por qué ambos tenían rastros de pólvora en sus manos.
El hecho
El lunes 23 de noviembre, en horas de la siesta, Adriana Barreto se encontraba junto a Ojeda, en el domicilio donde convivían. Allí, se produce el disparo desde el arma reglamentaria de Ojeda – una Bersa calibre 9 mm- que ingresa desde la parte superior de la mama izquierda de Adriana, de arriba hacia abajo (perforando corazón y pulmón) a quema ropa.
La joven fue trasladada al hospital por el padre del policía. Pero lamentablemente, Adriana no logró sobrevivir.