Los dos planeta se verán prácticamente como uno solo y con gran brillo una vez que se esconda el sol.
Se trata de un fenómeno que, para la religión católica y la publicación bíblica, se llama la estrella de Belén.
Pero en realidad es la alineación de los dos planetas gaseosos y más grandes del sistema solar.
Para poder ver a los gigantes con pleno brillo y resplandor se deberá mirar hacia el oeste o suroeste una vez que el sol se esconda en el horizonte.