El hecho sucedió en las últimas horas en el barrio Sol de Mayo de Capital. Desconocidos arrojaron combustible e incendiaron un árbol ubicado en la vereda del domicilio, pero afortunadamente los damnificados lograron extinguir las llamas.
En dicho domicilio viven los padres de dos policías provinciales, pero la madre de ambos negó que hayan existido amenazas o problemas de cualquier tipo con otras personas.
Aparentemente, la sospecha más fuerte tiene que ver con el hecho de que uno de los efectivos policiales encarceló a un delincuente que hace poco fue condenado.
La situación pudo haber terminado en tragedia, pero el padre de los policías (quienes no viven allí) apagó el fuego con arena ayudado por su otra hija.
La policía trabajó en el lugar y encontró un bidón de 5 litros, que habría sido utilizado para llevar el combustible.