La UCA reveló que 1 de cada 3 menores de edad no accede a la alimentación básica

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Lo informó la Universidad Católica Argentina en su estudio titulado  “Avance, Apartado derecho a la alimentación y subsistencia, del Observatorio de la Deuda Social Argentina”.

Si bien todos los datos son inquietantes, en particular, porque no sólo se trata de un fenómeno que se fue agravando sostenidamente en la última década, sino porque la suba de 14% a 15,5% de la población de 0 a 17 años con inseguridad alimentaria severa, con picos cercanos a 20% entre los adolescentes, contrasta con la percepción del gobierno nacional que “no hay argentinos con hambre”, según dijo el presidente Alberto Fernández en el cierre de la última Conferencia Industrial de la UIA.

“El incremento de la inseguridad alimentaria en el último período interanual se registra principalmente en los niños/as entre 5 y 12 años, de 15,1% a 16,7%; y en mayor medida en los adolescentes de 13 a 17 años, de 28,2% y 35,4%”, resalta el trabajo. “Cerrar esa brecha es responsabilidad del Estado”, dijo en diálogo con este medio Ianina Tuñón, investigadora responsable del estudio sobre los “Efectos del ASPO – covid-19 en el desarrollo humano de las infancias argentinas”.

Según la proyección censal de la población argentina, al momento del relevamiento del ODSA residían en el país 13,7 millones de niños y adolescentes (de 0 a 17 años), de los cuales 4,72 millones padecían carencias alimentarias, 590 mil más que un año antes, aunque con un desagregado de disminución en 30.000 personas en el tramo de 0 a 4 años, a 1,1 millones, y aumento en 620 mil en la franja de 5 a 17 años, ascendió a 3,6 millones.

Ianina Tuñón contó a Infobae que semejante aumento “se explica porque siempre en los planes de asistencia alimentaria, como la Tarjeta Alimentar, los más protegidos son los menores de 6 años”, que ha permitido sustituir la caída de la asistencia alimentaria directa en escuelas y comedores de 39,2% a 23,2% de la población hasta 17 años, por efecto del cierre de los establecimientos educativos desde el 20 de marzo que se decretó el ASPO, que determinó a la escuela como “servicio no esencial”.

Se advierte que entre quienes reciben la Tarjeta Alimentar la propensión a experimentar inseguridad alimentaria severa es sensiblemente menor que la observada entre quienes no reciben este beneficio (11,5% y 17,3%, respectivamente).

“Ha sido increíble el efecto de esa transferencia monetaria pese a la alta inflación. Pero, en general, no se extendió a los de más de 6 años, que es la franja más desprotegida, en particular porque en los hogares más carenciados su presencia en el grupo familiar es notablemente menor”, agregó la investigadora responsable del estudio.

Fuente: Infobae.

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