“La pandemia no se ha disipado”, advirtió el presidente Alberto Fernández desde la Residencia de Olivos, en el marco de un acto de puesta en marcha de las primeras 30 obras públicas de 2021. Volvió a apelar a la responsabilidad social y apuntó cuáles son los efectos de una merma en la curva epidemiológica si la ciudadanía no retoma las medidas de cuidado ante el avance del coronavirus: “Tenemos un verdadero desafío como sociedad. Si en verdad no queremos volver atrás y dar este paso hacia adelante para ponernos de pie lo que más necesitamos es que todos tengamos responsabilidad social: cuidarnos nosotros para cuidar a quien tengo al lado. Si esto no pasa, el riesgo de que todo vuelva a paralizarse existe y nadie quiere que eso pase en la Argentina”.
El mandatario habló durante ocho minutos. Cerró la videoconferencia que condujo el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y que contó con la participación de los gobernadores de La Pampa, Sergio Ziliotto; de La Rioja, Ricardo Quintela, y de Santa Fe, Omar Perotti, entre otros funcionarios. Dedicó más de la mitad de su discurso a la amenaza del rebrote. Calificó el escenario actual -con casi seis mil contagios diarios, 1.640.718 positivos y 43.482 muertes desde el comienzo de la pandemia- como “muy complejo” y se dirigió, particularmente, a los jóvenes.
“Llamo la atención a todos los argentinos y, si me permiten, especialmente a los más jóvenes. Todos los datos indican que es allí donde tenemos el mayor problema. Jóvenes que no advierten el riesgo que estamos viviendo. Deben entender que son vectores de transmisión del contagio. Tal vez los jóvenes no sean los que más padecen la enfermedad a la hora de contagiarse, pero son lamentablemente extraordinarios vectores, personas necesarias para contagiar a adultos mayores que definitivamente cuando se contagian, no la suelen pasar bien”, expresó el presidente.