El 29 de diciembre, como en el resto del territorio argentino, comenzó en Chaco la Campaña Nacional de Vacunación contra el COVID-19.
Hasta el momento el total de dosis de Sputnik V aplicadas en la Campaña Provincial es de 11.763 vacunas.
El 7 de enero llegó a Resistencia una entrega de la segunda dosis de la vacuna que permite desarrollar reforzar la defensa 21 días después de una primera inmunización. Durante las primeras jornadas de la aplicación del segundo componente de Sputnik V, se suministraron 3.583 dosis destinadas al personal de salud que ya recibió la primera vacuna.
Menos de la mitad del sistema de salud recibió la vacuna
Según publica Norte, solamente 8 mil, de los 19 mil trabajadores que componen el sistema de salud pública provincial, fueron inmunizados hasta el momento con el primer componente de la vacuna Sputnik V, lo que representa menos del 45% (datos aportados por el jefe del Departamento de Inmunizaciones del Chaco, Daniel Antúnes)
La prioridad es la inoculación del personal que integra el sistema sanitario y seguir con los demás servicios, hasta completar con el personal administrativo, que sería la última área.
A la fecha, según informan desde la cartera provincial, de los 19 mil trabajadores de salud en toda la provincia, 8.180 son los que recibieron la primera dosis de la vacuna y de ellos, 3.583 el segundo componente, lo que permite desarrollar reforzar la defensa contra el virus.
Desde el área preocupa el porcentaje de vacunados, ya que las previsiones que se tenían para enero eran otras.
Teniendo en cuenta que se pretende también inmunizar a todos los docentes para poder dar inicio a las clases presenciales en el mes de marzo; y que al cumplirse este 29 de enero un mes desde el inicio de la campaña de vacunación en la provincia, ni el 25% del personal de salud fue inmunizado, de no cumplirse el plazo para la aplicación del segundo componente (no más de 28 días), es una incógnita su efectividad.
Científicos advierten que con una sola dosis los beneficios de la vacunación se pierden
La obsesión por inmunizar a la población y acabar con la pandemia obliga a revisar todos los protocolos y establecer pautas concretas. Una de ellas sería respetar la doble dosis que algunos fármacos contemplan.
Según el epidemiólogo y presidente del comité de ética del Instituto Carlos III, Fernando García, administrar una sola dosis de las vacunas, lo que se denomina “inmunidad imperfecta”, puede favorecer la propagación de mutaciones y que el coronavirus y sus variantes persistan en el tiempo.
El especialista explica que si una única dosis no confiere inmunidad suficiente “los beneficios de la vacunación se pierden y el problema es que se desconoce el grado de inmunidad de una sola inoculación”. Y la conclusión es que “prácticamente se tira el dinero”, afirma.
Marcos López Hoyos, de la Sociedad Española de Inmunología, pide que se sea muy estricto con los tiempos de la vacunación y que la segunda dosis se administre en el margen previsto y no más allá de los 28 días. “De no hacerlo así, la efectividad de la vacuna no está asegurada”.
“No podemos trasladar el mensaje de que se puede retrasar sin más porque caemos en un error importante”, señala este experto que observa “cierto descontrol en el actual proceso de vacunación”.
“Cuanto más divides los puntos de vacunación, hay menos mecanismos de coordinación y más posibilidades de que ocurran fallos y el proceso se ralentice”, indica López Hoyos.
Para el epidemiólogo y presidente del Comité de Ética del Instituto de Salud Carlos III, Fernando García, la propuesta del Reino Unido de aplicar una única dosis no es ideal. Hoy no hay datos empíricos que prueben su eficacia “y los estudios con animales demuestran que una sola dosis no ofrece datos muy prometedores”.
El responsable del Instituto de Salud Carlos III considera que algo está fallando en el plan de vacunación y habrá que mejorar los sistemas de coordinación pero que no se puede castigar. “La inmunidad perfecta tiene que ser completa” con las dosis previstas. “Si algo falla se viene abajo todo el sistema”, afirmó.