El hecho sucedió recientemente en el local de Impulso ubicado sobre calle Tucumán, en la capital correntina. El damnificado denunció lo sucedido en Defensa al Consumidor, y además reveló que el empleado atendía sin respetar las normas de seguridad e higiene.
Quien hizo público el episodio fue un profesor de teatro identificado como Edgardo Frías, y contó a los medios la difícil situación que le tocó vivir en una de las sucursales que tiene la firma de supermercados.
Según el denunciante, cuando llegó su turno en la fila de cajas uno de los empleados que cobraba le dio mal el vuelto y él reclamó por su dinero.
En ese momento, el cajero le arrojó las monedas de mala manera y salió de su puesto para increpar al cliente.
Además Frías remarcó que el hombre atendía a la gente sin barbijo, y por eso también pidió el libro de quejas.
Cuando solicitó el libro de quejas también fue agredido por el encargado, y finalmente decidió hacer la denuncia a Defensa al Consumidor.
«Soy cliente de ese lugar, desde el primer momento les dije que no era la manera de tratar a un cliente», sentenció el hombre.
