Se trata de un derivado del azafrán silvestre que utilizaban los médicos egipcios en tiempos de faraones. Ahora se lo utiliza en distintos lugares del mundo para distintas patologías, y un estudio reciente no descarta que se pueda sumar a la lucha contra el coronavirus.
Hace aproximadamente 150 años, el egiptólogo alemán Georg Ebers encontró durante una caminata por el Algo Egipto un papiro invaluable en manos de un anticuario. No dudó en comprarlo cuando vio lo que decía el documento: tenía más 50 enfermedades explicadas y sus respectivos tratamientos, entre los que se incluye la utilización de azafrán silvestre y también de uno de sus derivados, la colchicina.
El papiro correspondía a la época del faraón Amenofis I, pero más de 3.500 años después un elemento de origen natural podría ser un nuevo paradigma en días marcados por el coronavirus.
La colchicina, administrada muy pronto a pacientes recién diagnosticados, reduce un 25% las hospitalizaciones, según los resultados preliminares de un ensayo internacional con más de 4.000 pacientes en Canadá, EE UU, España, Sudáfrica, Brasil y Grecia. El medicamento también parece recortar un 50% la necesidad de ventilación mecánica y un 44% las muertes por covid, aunque estas cifras se basan en un menor número de casos, por lo que es más difícil sacar conclusiones. Son datos que además hay que tomar con cautela, porque están pendientes de revisión para su publicación en una revista científica. “El beneficio está ahí. Y es un fármaco que tiene un precio irrisorio. Un tratamiento de un mes cuesta unos tres euros”, sostiene José Luis López-Sendón, cardiólogo del hospital madrileño La Paz e investigador principal de la rama española del estudio, con 250 pacientes.
Como ya proclamaba el papiro egipcio hace 3.500 años, la colchicina tiene propiedades antiinflamatorias. El azafrán silvestre se utiliza contra los ataques de gota desde los tiempos del médico bizantino Alejandro de Trales, alrededor del año 600, y la colchicina sigue siendo un tratamiento de referencia contra este tipo de artritis. La hipótesis de los investigadores es que esta conocida actividad antiinflamatoria también controla la llamada tormenta de citoquinas, una reacción desbocada que aparece en algunos pacientes con covid y puede ser letal.
El ensayo clínico ha incluido a más de 4.000 voluntarios mayores de 40 años, con covid confirmada y con algún factor de riesgo, como hipertensión, obesidad o alguna enfermedad del corazón. Los participantes han tomado básicamente un comprimido al día durante un mes, en sus casas. El director de la investigación internacional, Jean-Claude Tardif, del Instituto de Cardiología de Montreal (Canadá), afirmó el 22 de enero en un comunicado que la colchicina es “el primer medicamento oral del mundo cuyo uso podría tener un impacto significativo en la salud pública y, potencialmente, prevenir las complicaciones de la covid en millones de pacientes”.
Cabe mencionar que no hay consenso generalizado sobre la colchicina en la comunidad médica y científica, debido a la poca investigación y resultados acerca del coronavirus, pero sí hay quienes la defienden.
El cardiólogo Alberto Cecconi, sostiene que “La colchicina lleva siglos usándose en medicina, pero no deja de sorprender. Es un fármaco que ha sido rescatado de la Antigüedad y ahora está teniendo más aplicaciones”, explica este médico italiano, del Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid. La fórmula química de la colchicina es C22H25NO6: 22 átomos de carbono, 25 de hidrógeno, uno de nitrógeno y seis de oxígeno.
Con información de El País.