El presidente Alberto Fernández calificó este miércoles de «tremendo» el femicidio de Úrsula Bahillo, ocurrido el viernes pasado en Rojas, provincia de Buenos Aires. El mandatario contestó preguntas públicamente y se refirió al crimen pero también a la suerte que tendrá el victimario, identificado como Matías Martínez, un policía de la Bonaerense con 18 denuncias por violencia de género.
«Tremendo. Eso hay que terminarlo de una vez, por toda la Argentina. Hay que ser inflexible con los autores de esto», expresó Fernández a la organización Militancia Feminista, cuyos miembros le preguntaron por el femicidio de Úrsula.
La postura de alberto Fernández no es una opinión más dado que gran parte del mecanismo del Estado (no sólo de la provincia de Buenos Aires sino nacional) falló en la prevensión del femicidio de Úrsula, que fue apuñalada el viernes pasado por Martínez en un monte a las afueras de Rojas.
Úrsula, de 18 años, había denunciado por violencia de género a Martínez, de 25, y como ella otras mujeres habían señalado al oficial de la Policía bonaerense: el hombre está acusado de violar a una nena con discapacidad y de intentar asesinar a una ex pareja.
El caso de Úrsula las amenazas se convirtieron en femicidio. Su familia y amistades reclaman justicia, y saber por qué la Policía y el personal de la Comisaría de la mujer de Rojas no tomó la denuncia por violencia de género presentada por la adolescente el viernes pasado tras la enésima vez que Martínez rompió la orden de restricción.
La explicación de las autoridades, que nunca hicieron el seguimiento de la orden de restricción ni le dieron botón antipánico a Úrsula, fue que como era viernes el juzgado de Paz de Rojas, a cargo del juez Luciano Callegari, no estaba en funcionamiento, y que por eso no tenía sentido presentar la denuncia. La adolescente fue asesinada poco después.
Fuente: Minuto Uno