Argentina transita la pandemia con un acumulado de 1.985.501 infectados y 49.398 muertos por COVID-19, mientras continúa con la campaña de vacunación.
El Gobierno prevé que la semana próxima se reanude el arribo de vacunas rusas y chinas, y el propio Alberto Fernández anticipó que “está prevista la llegada del primer lote de vacunas de AstraZeneca”. Para seguir sumando armas para combatir el coronavirus, este martes el Ministerio de Salud de la Nación habilitó el uso de emergencia de una vacuna fabricada en India.
Se trata de la “COVISHIELD/ ChAdOx1nCoV-19 Corona Virus Vaccine – Recombinant”, por la cual el Gobierno argentino celebró un convenio con el Serum Institute de India, el organismo encargado de producirla en colaboración con la Universidad de Oxford y AstraZeneca “en el contexto de una transferencia tecnológica”.
Según precisó la cartera sanitaria en la Resolución 627/2021, que fue publicada hoy en el Boletín Oficial, dicha transferencia al laboratorio de India “no impacta en la calidad, seguridad y eficacia” ya evaluada por ANMAT de la vacuna desarrollada por Oxford-AstraZeneca. Por otra parte, la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles ha elaborado un informe técnico en el que concluyó “recomendable proseguir con la solicitud de autorización de emergencia de la misma”.
“ANMAT ha recibido de manera secuencial la información correspondiente, según lo establecido por el procedimiento para la autorización de emergencia, en relación con el cumplimiento de los estándares requeridos por la autoridad regulatoria de las plantas elaboradoras, el desarrollo y la elaboración de los productos, su certificación en el país de origen y el cumplimiento de los estándares de calidad, accediendo a información sobre su seguridad y eficacia, así como a la que indica que no se han presentado eventos adversos graves, ni se han identificado diferencias significativas en la eficacia observada en los diferentes grupos etarios que participaron de los ensayos clínicos”, precisó el Ministerio de Salud.
Por ello y teniendo en cuenta “el contexto internacional que limita el acceso a otras alternativas por la disputa global de vacunas”, el Gobierno procedió a autorizar con carácter de emergencia la vacuna Covishield. “Esta vacuna actualmente se presenta como una herramienta terapéutica segura y eficaz de acceso para que nuestro país baje la mortalidad, reduzca la morbilidad y disminuya la transmisibilidad de la enfermedad COVID-19 producida por el virus SARS-Cov-2″, justificó la cartera administrada por Ginés González García.
India es un gran productor de medicamentos y, también de vacunas con investigación propia. En agosto de 2020 constituyó un Grupo Nacional Experto para la Administración de la Vacuna contra el COVID-19 con el objetivo de coordinar la contratación y distribución de vacunas. A la fecha tiene avanzados tres proyectos: por un lado, Covaxin, desarrollada por Bharat Biotech en asociación con el Consejo Indio para la Investigación Médica (CMR, en inglés); en segundo lugar, ZyCOV-D, desarrollada por Zydus Cadila, que espera producir más de 100 millones de dosis; y por último, la Covishield, aprobada este martes por el Gobierno, que es un proyecto del Serum Institute of India en colaboración con AstraZéneca para desarrollar una investigación original de la Universidad de Oxford.
A pesar de que India inició recientemente su programa de inmunización local, con el objetivo de competir con China, ha estado abasteciendo a países vecinos con millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca. Hasta ahora, India ha suministrado 15,6 millones de dosis de la vacuna a 17 países, ya sea a través de donaciones o contratos comerciales.