El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) – Chaco, realizó un relevamiento respecto al impacto de la suba de precios en alimentos de la canasta básica durante el mes de enero, con lo cual aseguran que una familia tipo habría necesitado unos $22.808 para cubrir los 57 productos que la componen en un lapso de 30 días, mientras que, computándose otros valores de servicios esenciales, el monto total de gastos obligados alcanzaría los $55.389.
“Esta situación no es favorable para la mayoría de la población en nuestra provincia, sobre todo cuando hablamos de la disparada de los productos esenciales de la canasta básica”, explicó Patricia Lezcano, participante de ISEPCI, en comunicación con Radio Provincia.
En ese sentido, contó que “hemos relevado los 57 productos y nos encontramos con importantes subas que se han dado a lo largo del 2020, sobre todo en el segundo semestre, y comenzamos el primer mes del año con subas en los productos de la canasta básica”. “Esto repercute en cada uno de los hogares, debido a que los ingresos son totalmente insuficientes para poder cubrir las necesidades básicas que tienen y sobre todo de los alimentos, porque esto es lo que habitualmente nos cuentan”, señaló, y advirtió que “la carne es uno de los productos que hoy está olvidado de la comida diaria de los hogares”.
“La situación es bastante complicada para los hogares”, diagnosticó Lezcano, y aseguró que “tanto trabajadores formales como informales están muy debajo de la canasta básica que necesita una familia”. “Toda suba deriva en que esta situación de pobreza e indigencia vaya acelerándose”, anticipó.
Sobre ello, aseguró que “estamos viviendo una situación muy difícil con respecto a los aumentos”, por lo cual, remarcó que “una de las necesidades principales sería contener estos productos que son básicos, es necesario un control en los precios de la canasta básica”. “Tenemos que tener un Estado fuerte y que se ponga firme ante el poder económico para resolver esta situación, necesitamos que haya un verdadero control ante los grandes formadores de precios, que son los que habitualmente imponen y marcan los precios en productos esenciales para una familia, y sabemos que no hay voluntad de estos grandes empresariados de contener estos, entonces necesitamos un Estado firme ante la situación para controlar realmente los precios de los productos básicos”, reclamó.
“Si una familia no cuenta con un ingreso para comprar los alimentos, si tiene niños y no está comprando los productos necesarios, se deriva en una situación de malnutrición de los niños que afecta en su crecimiento y en consecuencias que pueden ser irreversibles”, señaló, e insistió que la intervención pública en la contención de los precios, “sería una medida muy importante que se tome”.
Fuente: Foco.