En un dictamen de dos páginas al que tuvo acceso Télam, uno de los tres fiscales que intervienen en el expediente, el fiscal general adjunto de San Isidro Cosme Iribarren, resolvió no hacer lugar al planteo de la defensa.
El abogado Julio Adrián Rivas, defensor de Luque, presentó ayer un estudio de corazón al que fue sometido Maradona en el Instituto Rossi en junio del 2019 que no había sido incorporado al expediente y un escrito en el que había pedido que se suspenda la junta médica y que se cite a declarar a 17 médicos que atendieron al exfutbolista en sus sucesivas internaciones.
Sobre el estudio aportado por el abogado de Luque, Iribarren resolvió incorporarlo, pero dispuso dirigir un oficio al Instituto Rossi para chequear su autenticidad y criticó a la defensa por entregarla a la causa en este momento y no cuando se les dio tiempo de aportar elementos a lo que iba a analizar la junta médica.
“Deviene necesario manifestar que resulta cuanto menos paradójica la aparición de dicho estudio a ésta altura de la experticia (…) máxime, cuando dicho estudio -conforme el escrito presentado-, se encontraba en poder de su ahijado procesal”, señaló el fiscal.
Sobre la citación de los 17 médicos propuesta por Rivas, Iribarren contestó que “concluida que fuera la junta médica interdisciplinaria y, para el caso de resultar útil y pertinente la recepción
de los testimonios ofrecidos para el trámite de la pesquisa, se proveerá”.
Se trata de médicos especialistas en terapia intensiva, clínicos, neurólogos, cardiólogos y técnicos que realizaron estudios cardiológicos a Maradona.
En otro tramo de su respuesta, el fiscal le advirtió al defensor de Luque que “en lo sucesivo evite llevar a cabo manifestaciones innecesarias con relación a la objetividad y actuación de esta Fiscalía respecto de su defendido”.
El pasado 8 de marzo se reunieron por primera vez veinte peritos oficiales y de parte para dar inicio a la junta médica clave que definirá si la muerte de Maradona se pudo haber evitado y si hubo mala praxis.
Son 24 puntos de pericia que los fiscales formularon para que los expertos contesten cuál era el estado cardiológico de Maradona, si sus médicos debían conocerlo, si estaba bien o mal medicado, si la neurocirugía a la que fue sometido era necesaria, si la casa del barrio San Andrés de Tigre donde falleció el 25 de noviembre era el lugar adecuado para una internación domiciliaria y si el equipo a cargo de su salud aumentó, por sus acciones u omisiones, los riesgos para el «10».
Los siete profesionales de la salud imputados en la causa son el neurocirujano Luque (39); la psiquiatra Agustina Cosachov (35); el psicólogo Carlos Daniel «Charly» Díaz (29); los enfermeros Dahiana Gisela Madrid (36) y Ricardo Omar Almirón (37); la médica coordinadora Nancy Forlini (52); y el coordinador de los enfermeros, Mariano Perroni (40).