Los ministros de Salud, Carla Vizzotti, y de Defensa, Agustín Rossi, escenificaron hoy junto al jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el almirante Craig S. Faller la recepción de los tres hospitales móviles por 3,5 millones de dólares que donó el Departamento de Defensa a la Argentina. Además de una ayuda, se trata de un gesto de acercamiento a la administración de Alberto Fernández de parte del gobierno de Joseph Biden, crítico del régimen en Venezuela. La Casa Rosada agradeció la donación.
Faller, recién llegado a Buenos Aires, dirige la unidad del Pentágono que monitorea la mayor parte de América Latina. Su visita estaba prevista con anterioridad a la polémica salida de la Argentina del Grupo de Lima, una decisión que fue leída en Washington como una forma de apoyo al régimen venezolano. La llegada de Faller a Buenos Aires representa una señal política de parte de Biden a la Argentina en el marco de sus intereses en la región, especialmente en relación al régimen en Venezuela y al vínculo con Rusia y China.
“Desde que comenzó la crisis del COVID-19, el Comando Sur ha trabajado en estrecha colaboración con sus socios argentinos”, dijo el almirante Faller en la ceremonia junto a Vizzotti y Rossi. “Juntos, hemos realizado 15 donaciones de asistencia humanitaria relacionadas con COVID para apoyar la respuesta de Argentina a la pandemia, entregando equipo de protección, suministros médicos y herramientas de monitoreo y detección”, agregó.
Las donaciones consisten en tres hospitales de campaña, generadores de oxígeno, equipos de búsqueda y rescate, entre otros suministros pensados para “la lucha contra el COVID a Argentina”. Así como una “capacitación sobre cómo maximizar el uso de estos hospitales durante situaciones de desastre o pandémicas”.
El Comando Sur, con sede en Miami, controla las bases de Estados Unidos en América Latina (Guantánamo, incluida), y proporciona entrenamiento, inteligencia y coordinación militar a todas las fuerzas armadas regionales bajo las recomendaciones del Departamento de Estado.