La economía china crece con fuerza tras el embate de la covid. El PIB creció en el primer trimestre del año un 18,3% respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata del mayor salto en un trimestre desde que comenzaron los registros en 1992 y, aunque la abultada cifra se debe a la comparación con el periodo en el que el coronavirus se abatió con más fuerza sobre China, supone una indicación de la fuerza de la recuperación después de que este país haya superado la pandemia de covid. La subida está impulsada por un aumento de la producción industrial y del consumo interno.
El aumento, no obstante, se encuentra ligeramente por debajo de las expectativas de los analistas, que calculaban hasta un 22% de subida. Y lo espectacular del salto se debe a que la base de la comparación, el primer trimestre del año pasado, era anormalmente baja: entonces, en lo peor de la pandemia en el país, la economía china se contrajo un 6,8%, la peor caída en décadas.
Tras ese primer impacto, China fue recuperando el pulso. En el último trimestre del año, entre octubre y diciembre de 2020, la economía china creció un 6,5%. En total, el PIB del gigante asiático cerró el año 2020 con un aumento del 2,3%: aunque fue la cifra más baja en tres décadas, la china fue la única de las grandes economías del mundo que creció en un año marcado por los devastadores efectos económicos de la covid. Pese a que China fue el primer país donde se detectó el coronavirus, una serie de estrictas medidas —entre las más duras del mundo— contra la pandemia, e iniciativas gubernamentales de apoyo a las empresas permitieron iniciar una recuperación apuntalada por la fortaleza de las exportaciones y un gradual aumento del consumo.
Frenazo al inicio del año
“En general, durante el primer trimestre la economía nacional presentó un impulso continuado de recuperación estable”, ha declarado la Oficina Nacional de Estadísticas en un comunicado. El organismo matiza también que la pandemia continúa en el resto del mundo y el panorama internacional aún afronta importantes riesgos de inestabilidad.
Sin embargo, el impulso del que habla el Gobierno se ha frenado en el arranque del año. Aunque el salto con respecto primer tramo del año pasado es muy abultado, la comparación con el trimestre anterior no arroja cifras tan espectaculares. Así, con respecto al trimestre anterior, el crecimiento en el primer trimestre de 2021 fue del 0,6%, muy inferior al 2,4% alcanzado en el cuarto trimestre de 2020 con respecto al tercero, lo que indica cierta desaceleración.
En parte se debió a la producción industrial, que en marzo creció un 14,1% interanual, bastante por debajo del crecimiento del 35,1% registrado en los meses de enero y febrero, y por debajo de las previsiones de los analistas, que anticipaban un aumento del 17,2%. En cambio, las ventas al por menor, alicaídas el año pasado, crecieron en marzo un 34,2% con respecto al mismo mes del año anterior, por encima del 28% que calculaban los expertos y del 33,8% de enero y febrero.
“Con la economía ya por encima de su tendencia antes del coronavirus, y el apoyo de la política económica retirándose gradualmente, el efecto rebote postcovid en China se va calmando. Esperamos que a lo largo de este año el crecimiento trimestre a trimestre se mantengan en niveles modestos, a medida que se calma el reciente rebote en la construcción y las exportaciones y la actividad regresa a sus niveles habituales”, apunta el economista Julian Evans-Pritchard, de la consultora Capital Economics, en una nota.
La economista jefe para China del banco ING, Iris Pang, advierte por su parte que aunque los datos de la actividad económica sugieren que el país se encuentra bien encaminado por la senda de la recuperación, el principal riesgo “concierne a la escasez de semiconductores, que podría limitar el crecimiento de la producción y de la exportación en los próximos trimestres”. De cara al resto del año, apunta Pang, el consumo seguirá siendo el gran factor estabilizador de la economía, y la inversión en infraestructura digital será “la espina dorsal” del futuro crecimiento.
China se ha fijado para este año una meta de crecimiento de al menos un 6%, pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que la segunda economía del mundo registrará un aumento del 8,4% en 2021.
Fuente: El País