Por Germán Oestman, rector de la UNCAus de Sáenz Peña
Escribir unos fragmentos alusivos a la importancia histórica del 25 de mayo como fecha emblemática y fundacional de nuestra Patria, nos sitúa en la inmensa responsabilidad de reflexionar sobre el comportamiento y la templanza de héroes y heroínas que ofrendaron su vida por la Revolución. Consideramos que es de fundamental relevancia realizar una pequeña semblanza histórica y filosófica sobre los principales acontecimientos suscitados en aquellos días emblemáticos.
Por aquellas jornadas de mayo de 1810, la Corona Española se encontraba sumida en una crisis absoluta, producto de la prisión de Fernando VII a manos de Napoleón Bonaparte. Ante la llegada de noticias que relataban la caída de la Junta Central de Sevilla, en Buenos Aires se aprestaron los ánimos para iniciar un debate profundo acerca de la legitimidad del Virrey Baltasar Hidalgo Cisneros.
Resulta interesante recordar las palabras de Juan José Castelli: “El orador destinado para alucinar a los concurrentes”, según los miembros de la Real Audiencia, al exponer en el Cabildo Abierto del 22 de mayo, acerca de su postura respecto al cese en el mando del Virrey «Aquí no hay conquistados y conquistadores, aquí no hay sino españoles. Los españoles de España han perdido su tierra. Los españoles de América tratan de salvar la suya. Los de España que se entiendan allá como puedan y que no se preocupen, los americanos sabemos lo que queremos y adónde vamos, aunque el señor obispo no lo sepa ni quiera seguirnos. Por lo tanto, señores, tratemos de resolver lo que nos conviene hacer ahora: no perdamos tiempo, yo propongo que se vote la siguiente proposición: que se subrogue otra autoridad a la del virrey que dependerá de la metrópoli si ésta se salva de los franceses y que será independiente si España queda subyugada«.
En los albores de la Patria tenemos testimonios extraordinarios de patriotas que entendieron que el único camino para superar esa situación de incertidumbre consistía en actuar con convicciones y con rapidez para superar la incertidumbre producto del vacío de poder proveniente de la Metropólis. Después de muchos años de oprobio y decadencia, teniendo como antecedentes los movimientos de la Paz y Chuquisaca, junto a la rebelión de Túpac Amaru, los Patriotas entendían que no era posible alcanzar el crecimiento como Nación sino se rompían definitivamente los lazos con España.
En este sentido, es importante destacar la influencia de las ideas de la Revolución Francesa y la Ilustración, como así también el influjo proveniente de la Independencia de EEUU. Los valores de Libertad, Igualdad y Fraternidad se expandieron rápidamente y se apropiaron del corazón de Patriotas como Belgrano, Mariano Moreno y Juan José Castelli.
Debemos resignificar estos principios ante una realidad compleja e hiriente que nos interpela profundamente pensando en la protección de los más humildes. La construcción de una Nación Soberana debe tener en cuenta que aún se encuentran presentes los mismos desafíos que enfrentaron los revolucionarios de 1810. Cuestiones tales como la educación popular, apertura de importaciones, protección de la industria, crecimiento de los pueblos del interior, federalismo, libertad de prensa, ampliación de derechos exigen de nosotros el mayor de los esfuerzos pensando en el futuro de nuestros jóvenes.
Desde la Universidad Nacional del Chaco Austral estamos firmemente convencidos de que la verdadera emancipación sólo es posible con una educación justa e igualitaria, que apuntale la diversidad y promueva el conocimiento necesario para alcanzar el desarrollo y el progreso de nuestros pueblos. Teniendo en cuenta estos postulados, la Pandemia Covid 19 nos exige estar a la altura para comprender definitivamente que la etapa del individualismo y el consumismo superficial debe terminar para dar paso a un mundo en donde el humanismo y la fraternidad universal nos permitan sentirnos plenamente hermanados en el mismo grito y en la misma fe.
Este 25 de mayo tenemos el deber moral de recordar esta fecha patria con mucho compromiso y responsabilidad. Nos encontramos ante una situación calamitosa producto del recrudecimiento de los contagios y, en este sentido, debemos redoblar esfuerzos para avanzar en el plan de vacunación más importante de la historia Argentina.
Para superar la pandemia debemos actuar con el mismo amor y la misma unidad que tuvieron aquellos hombres y mujeres de mayo para afrontar situaciones trascendentales. Debemos comprender que en estas circunstancias aciagas y dolorosas, los valores de libertad, igualdad y fraternidad deben estar completamente consustanciados con la protección de la vida, ante el ataque de esta pandemia maldita que ha socavado las estructuras sociales y destruido millones de puestos de trabajo.
Nos encontramos ante la inmensa oportunidad de revalorizar el legado de nuestra historia y rescatar los proyectos y los anhelos de aquellos integrantes de la Primera Junta de Gobierno Patrio, quienes junto a los corazones predispuestos de los vecinos y vecinas que se encontraban en la histórica plaza, nos recuerdan que para alcanzar el futuro venturoso de Justicia y Dignidad que le espera a nuestra Patria debemos estrechar nuestros corazones y caminar juntos para que ese sueño llamado Argentina cumpla definitivamente su destino histórico.
Recordemos que la proclama de la Junta Tuitiva decía” Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez”. Asumamos en voz alta nuestro compromiso con la construcción de una Argentina digna y justa y gritemos profundamente ¡Viva la Patria!