El intendente de Resistencia no da pie con bola desde que arrancó su gestión en la intendencia de Resistencia, cargo al que siempre aspiró pero donde aún no puso primera.
Con la excusa de la pandemia, Gustavo Martínez sostiene que no hay recursos para poder afrontar los gastos de obras en la ciudad. Una ciudad que, vale decir, está cada día más descuidada, con calles oscuras e inseguras (tanto en el centro de la ciudad, o en los barrios), con reiterados baches en las calles con pavimento y con un estado caótico en las de tierra, al punto tal que muchas líneas de colectivo decidieron cambiar el recorrido de manera unilateral, para cuidar sus vehículos. Todo, absolutamente todo esto, en detrimento del vecino de Resistencia.
Un vecino de Resistencia que padeció, en mucha mayor medida, el impacto económico de la pandemia, que sirve de escudo al jefe comunal (independientemente de que los recursos que recibe por coparticipación fueron en constante crecimiento desde el minuto uno de su gestión), pero que no lo contempla a la hora de entender la situación económica para dar una salida al golpeado vecino resistenciano.
Las deudas deben pagarse, eso es así. Pero en este tiempo más que particular, la contemplación debe ser tenida en cuenta por los gobiernos.
Según denunció Víctor Pastore, referente de la Asociación Vecinos Resistencianos, el jefe comunal decidió judicializar las deudas de los vecinos que deban impuestos desde el 2019 para atrás.
Claramente, con el Impuestazo no alcanzó y va por más, ya que con esta medida, de acuerdo a lo que dice la Ordenanza 13.294 en su artículo 132, «La Municipalidad podrá efectuar el cobro por vía administrativa o judicial a los deudores morosos y/o infractores de impuestos, derechos, tasas, y contribuciones, con los intereses, recargos, ajustes y multas correspondientes, de conformidad a lo establecido por la presente ordenanza y demás normas vigentes. Cuando el contribuyente y/o responsable, no cumpla con las obligaciones tributarias referidas al pago de tributos, habilitará al Municipio para accionar por vía judicial, sin intimación previa».
Es decir, vecinos que deban tributos, deberán abonar los mismos, intereses, y honorarios de abogados. Y con el tiempo, en caso de no poder hacerlo, el cobro podría ser por embargos de bienes.
Desde la Asociación Vecinos Resistencianos hacen un llamado a la sociedad para estar atentos y reclamar de manera unida esta determinación, considerando que “Si no vislumbramos la magnitud de lo que está pasando, les aseguro que en el futuro estaremos en serios problemas como sociedad. Podemos llegar a situaciones muy difíciles de resolver si seguimos en este conflicto”, agregando finalmente que «lo único que hace es perjudicar las magras economías de la mayoría de los contribuyentes y su lógico enojo».