El Sindicato de Trabajadores Municipales salió a criticar con dureza a la actual gestión municipal, acusando a la misma de solo actuar como un «ente recaudador».
El comunicado expresa:
Desde el Sindicato de Trabajadores Municipales de Resistencia los venimos advirtiendo hace tiempo, los números de las finanzas de la Municipalidad son alarmantes: los ingresos coparticipables crecieron de tal manera que no justifican los paupérrimos incrementos salariales anunciados por el intendente Gustavo Martínez, muy lejos de la inflación real, ni tampoco la falta de inversión en la prestación de servicios, que muestran una ciudad cada vez más abandonada.
Como se dice en la jerga de la calle: “Está haciendo caja”, lo que deja en claro que muy poco le importa el bienestar del trabajador municipal, y que, si a alguien tiene que “sacrificar” será justamente al empleado que día a día, y en la calle, intenta sostener los servicios cada vez más limitados por la desidia de los funcionarios de turno.
No hay obras públicas financiadas de manera genuina, las pocas que se ven son ejecutadas por el gobierno provincial de Jorge Capitanich y lo único que sobresale en esta gestión es la intención desmesurada de recaudar de la manera que sea, incluso acudiendo a la vía judicial aun sabiendo que esta decisión resulta una Espada de Damocles para la mayoría de los contribuyentes que no pueden pagar impuestos porque ni siquiera les alcanza para comer.
Cada una de sus actitudes recaudatorias revelan una personalidad aviesa, desesperada por el dinero, y con una falta de sensibilidad que termina perjudicando a los resistencianos que dice defender.
Cada día recauda más, pero al mismo tiempo gana menos, lo que deja en evidencia nuestra denuncia de que está utilizando las arcas municipales como un botín de guerra listo para utilizarlo en su intención de seguir ganando territorio dentro de la batalla política para llegar a la gobernación.
Lamentablemente cuando deje de ser intendente, la Municipalidad de Resistencia será tierra arrasada, como ya ocurrió en Sameep y otras reparticiones que le tocó administrar, demostrando que su virtud más importante es contraer deudas y generar puestos de trabajo innecesarios, con la sola intención de acomodar a sus militantes.
No queremos ser agoreros, pero este final ya lo conocemos, y el tiempo nos dará la razón.
