Una joven marroquí llamada Malika Chalhy hizo pública la situación que le tocó vivir luego de que su familia conoció su orientación sexual.
La mujer, contó la joven, decidió echarla de la casa tras enterarse que a su hija le gustaban las mujeres.
Inclusive la madre no dejó entrar a la vivienda a Malika ni siquiera para que saque sus pertenencias acompañada de la policía.
Posteriormente la mujer hasta le deseó, mediante un mensaje de texto, que contraiga un humor porque «es la vergüenza de la familia», y sentenció: «preferiría tener una hija drogadicta».
En las últimas horas la joven recibió el apoyo de organizaciones LGBTQ+ y la comunidad en general, pero Malika remarcó que el odio no es el camino y solicitó que no insulten a sus progenitores.