El conflicto generado por la exportación de carne vacuna tras la decisión del Gobierno de suspender por 30 días los embarques al exterior sigue sin resolverse y lejos de haber generado alguna reacción positiva o un resultado favorable, los problemas parecen multiplicarse con el correr de los días. La búsqueda de un ideal que contemple una baja en los precios de la carne en el mercado interno y al mismo tiempo permita el desarrollo de la exportación de carne, todavía no aparece y las propuestas que se debaten no conforman a los funcionarios.
La decisión tomada el 20 de mayo último regirá en principio hasta el 19 de junio, pero lo cierto es que más allá de esa fecha, en el sector ganadero estiman que habrá distintos tipos de intervenciones en la cadena productiva y eso provoca reacciones que ya se sienten en el ambiente ganadero.
Agustín Lalor, Consignatario de Hacienda y Vicepresidente del Mercado de Hacienda de Liniers destacó lo inoportuna de la decisión del cierre de las exportaciones con especial impacto en la categoría vaca. Según Lalor “estamos en un momento del año en el que se realiza la zafra de terneros, se están haciendo los tactos en los campos y empieza a salir la vaca vacía, la de descarte porque ante el inicio del invierno, se achica el rodeo.
Ese es justamente uno de los productos estrella de nuestro país, no por su calidad precisamente pero sí por su cantidad ya que es la base de la exportación de carne hacia China. Mas allá de la caída en el precio de la categoría, cercana al 35% luego de la decisión oficial, el primer impacto fuerte que se siente en la cadena radica en que el criador perdió la posibilidad que le daba la venta de ese animal, ya con esos ingresos podía retener una ternera con mayor tranquilidad, es decir un futuro vientre que ahora le costará conservar para aumentar la productividad.
En cuanto a los remates y la actividad de los consignatarios, Lalor destacó que “ante la incertidumbre, muchos productores decidieron no cargar vaca en los últimos días. Además quedaron afuera de los remates muchos frigoríficos exportadores que directamente pararon sus actividades, por lo tanto hay menor oferta de compradores. A ellos se les traba la cadena de pagos porque si no pueden exportar, se corta el negocio”.
La actividad ganadera no implica sólo la hacienda. También existen cientos de empresas que brindan servicios o productos vinculados a la actividad. Desde Sunchales, en la provincia de Santa Fe, Carlos Cipolatti, Director de Peón Cercas Eléctricas, aseguró que el clima de negocios cambió en los últimos días. Es que muchos empresarios en el sector sintieron algo muy parecido a lo ocurrido en 2006, cuando en el pasado comenzaron las restricciones para exportar carne. Según Cipolatti, “en aquel momento las ventas cayeron un 40% y tuvimos que salir a buscar otros mercados en el exterior”.
El empresario destacó que «muchos productos nuevos no se pueden aplicar porque la gente no quiere invertir en tecnología porque no le ven futuro a la ganadería. Y lo cierto es que si el gobierno sigue avanzando con estas medidas, el productor va a dejar de invertir y va a bajar el stock ganadero”.
Elías Sánchez, Country Manager de Rural.Ar, una empresa que se dedica a la transmisión de remates online, explicó que “se generó un clima de incertidumbre y eso provoca que el productor no sepa cuanto va a valer su hacienda, entonces se suspenden los remates. La sensación es la misma que se tuvo cuando se cerraron las exportaciones hace algunos años. Ahora estábamos en medio de un proceso de reconversión, donde muchos productores que se habían ido a la agricultura, volvieron y estaban apostando al negocio ganadero, pero sin reglas claras las expectativas caen”.
Todas las cartas están sobre la mesa y cada uno de los actores de esta nueva película sabe perfectamente cuáles son las urgencias, las oportunidades y las necesidades de un sector que lo que más necesita es previsibilidad para invertir y aumentar la producción de carne. Ese es el objetivo que todos tienen pero al que cuesta llegar. Quizá en los próximos días aparezca una propuesta superadora que nos permita salir de la coyuntura y resolver el dilema que enfrenta a la mesa de los argentinos con la necesidad exportadora, clave para el desarrollo económico.
Fuente: Ámbito.-