Contados todos los votos, se confirmó lo que ya se sabía desde hace ochos días: el izquierdista Pedro Castillo es el virtual presidente de Perú, al derrotar a su rival, Keiko Fujimori, por apenas 44.000 votos. El fin del escrutinio se produce en un clima de alta polarización y tensión social, acrecentado por los recursos de nulidad interpuestos por la candidatura de Fuerza Popular.
El abanderado de Perú Libre obtuvo 8.835.579 votos, el 50,12%, frente a los 8.791.521 de papeletas de la hija del dictador. «Un nuevo tiempo se ha iniciado. Millones de peruanos y peruanas se han alzado en defensa de su dignidad y justicia. Gracias a los pueblos de todo el Perú que desde su diversidad y fuerza histórica me han brindado su confianza. Mi gobierno se deberá a toda la ciudadanía», destacó el profesor y sindicalista en sus redes sociales, donde ya se define como presidente electo.
Ahora es el turno del Jurando Nacional de Elecciones, que debe decidir ante los recursos interpuestos por la líder populista. Hasta ahora, el órgano superior electoral ha desestimado la mayoría de las solicitudes.
«Falta lo más importante», contraatacó sin embargo Fujimori tras conocerse la conclusión oficial del recuento, dada a conocer por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), en referencia a las solicitudes de nulidad de 800 actas de votación. «Vamos a defender la democracia en el Perú», insistió la dirigente derechista, quien el próximo lunes sabrá si debe volver a prisión o continúa en libertad provisional. Sobre Fujimori pesa una petición de 30 años de prisión, realizada por la Fiscalía, por lavado de activos y organización criminal.
Distintos actores políticos han reconocido la victoria de Castillo, incluido el centrista Partido Morado, al que pertenece el presidente Fernando Sagasti.
Desde Bolivia, el expresidente Evo Morales ha vuelto a irrumpir en la política del país vecino al realizar un llamado a «defender la victoria» de Castillo.
Es la tercera vez que la hija de Alberto Fujimori cae derrotada por una diferencia mínima. En 2011 cayó ante el izquierdista Ollanta Humala por apenas 3% de diferencia. Más corta fue la que le separó de Pedro Pablo Kuczynski en 2016, 0,24% de los votos, muy parecida a la hecha pública hoy.
Fuente: El Mundo