Días atrás, Laura Gómez, encargada del vacunatorio y José Gastaldo, director del hospital “Doctor Emilio F. Rodríguez”, denunciaron penalmente la faltante de 51 dosis de vacunas contra COVID-19 del centro de vacunación ubicado en el Club Social de la ciudad de Quitilipi.
Lo hicieron en la Comisaría local, mientras que desde la cartera sanitaria se inició la investigación sumaria correspondiente para dar con el o los responsables del hecho delictivo.
Según las primeras averiguaciones, la faltante de las dosis se habría producido en la jornada de este domingo 6 de junio, cerca de las 17, al realizarse el control diario de temperatura, faltaban 50 dosis de la vacuna AstraZeneca correspondiente al lote ADX8674 y un frasco monodosis de Sinopharm del lote 2021030372, lo que hacen un total de 51 dosis.
La investigación
El fiscal que investiga el caso, Cristian Arana, por estas horas apunta hacia la hipótesis de que las dosis sí se aplicaron, pero no fueron registradas en el sistema. Así lo indicó el Procurador, Jorge Canteros en entrevista por Ciudad TV.
Según indicó, hasta el momento las pruebas recabadas indicarían que las dosis no fueron robadas, ya que no hubo cerraduras forzadas ni las cámaras de seguridad de la zona advierten movimientos anómalos. Por ello, se cree que las mismas se aplicaron, pero de manera irregular. Es decir, sin ingresarlas al sistema. «Él tiene la sospecha de que esas vacunas no se tiraron ni se desperdiciaron. Cree que estas vacunas se colocaron a gente que no figuraba seguramente en la nómina o no estaba en el rango etario de personas que debían ser vacunadas”, señaló Canteros.
En ese contexto, el procurador precisó que se “está analizando esa posibilidad y decidiendo la imputación», y que se va a determinar «si únicamente sería responsable el personal de Salud que recibió las vacunas o habría otras personas involucradas».
