El control de gastos es una operación esencial para el mantenimiento y desarrollo de un emprendimiento. Este permite una gestión estratégica y correcta de cada uno de los recursos de la empresa.
Para asegurar el alcance de sus objetivos, los emprendimientos deben conocer exhaustivamente sus gastos. Si bien no se trata de una tarea complicada, es posible optimizarla mediante un análisis detallado y periódico, utilizando las herramientas adecuadas y específicas para lograrlo.
En esta nota, repasamos de qué se trata el control de gastos y cómo es posible optimizar al máximo esta operación en un emprendimiento.
¿Qué es el control de gastos?
Como su nombre lo indica, el control de gastos es un proceso mediante el cual se identifican todos los egresos de un negocio. De esta manera, es posible no solo diseñar estrategias de inversión y control del dinero. Además, permite generar un margen de ganancias acordes con el modelo del emprendimiento.
Afortunadamente, existen herramientas que facilitan y automatizan diversos aspectos de la gestión de emprendimientos. Un ejemplo de esto es la implementación de un sistema contable para optimizar todas las tareas de registro y planificación de costos del negocio.
¿Cómo optimizar el control de gastos?
Registro
Para empezar, es necesario registrar todos los gastos de manera periódica, precisa y organizada. Es recomendable digitalizar los datos para poder optimizar los tiempos tanto de carga como de búsqueda de la información.
En este punto, el sistema contable facilitará no solo la organización de los datos, sino también que garantizará su correcto almacenamiento. Esto se debe a que trabajan de manera online y guardan todo de manera automática en la nube.
Clasificación
Otro punto clave para la optimización del control de gastos es identificar y dividir los costos en categorías. Estas son:
- Gastos fijos: Costos que no varían y son esenciales para el funcionamiento de la empresa, como alquileres o gastos de administración.
- Gastos variables: Montos que varían según los volúmenes de producción, como los materiales o la mano de obra.
- Gastos semifijos: Se trata de gastos variables, pero específicos de etapas de la actividad, como los servicios públicos o impuestos.
- Gastos semivariables o mixtos: Gastos que pueden ser parcialmente fijos y variables, entre los que se encuentran, por ejemplo, gastos de envíos o de internet.
- Gastos directos: Son los costos asociados a la fabricación de un producto, como materia prima o gastos de producción.
- Gastos indirectos: Todos los que no se relacionan directamente con el producto. Entre ellos están, por ejemplo, la energía eléctrica o los alquileres.
Análisis
Una vez que se registraron y clasificaron los gastos, es necesario analizar cada uno de ellos. Esto permitirá, entre otras estrategias:
- Presupuestar para no gastar más recursos que los que tenemos.
- Detectar y eliminar gastos innecesarios en la cadena de producción y así optimizar nuestros recursos.
- Disminuir los precios de venta para generar mayor competitividad.
- Maximizar el beneficio ampliando el margen de ganancia cuando se pueden mantener los precios vigentes.
- Mejorar el ROI (retorno sobre la inversión) al poder intensificar aquellos gastos que producen mejores resultados.