Según la Comisión Europea, más del 80% de la basura hallada en el mar es plástico. Los productos cubiertos por esta legislación constituyen el 70% del total de los desechos marinos. Debido a su lento proceso de descomposición, el plástico se acumula en mares y playas, en la Unión Europea y en el mundo.
El plástico es ingerido por los animales, como tortugas, focas, ballenas y aves, y también por peces y mariscos, por lo que acaba llegando a nuestros platos.
Con el objetivo de preservar el medio ambiente, a partir del 3 julio de 2021 se prohibirá la venta de productos de plástico de un solo uso en la Unión Europea.
La prohibición fue propuesta en 2018 y decidida por los lideres de la UE en 2019. Conocida como la Directiva sobre plásticos de un solo uso, la prohibición “aborda los 10 artículos de plástico de un solo uso que se encuentran con mayor frecuencia en las playas de Europa y promueve alternativas sostenibles”.
La prohibición es parte de esfuerzos más amplios para lograr “Europa Cero Residuos” y la visión de una economía circular. Lugares como restaurantes han recibido una amplia advertencia y el cambio a opciones reutilizables o biodegradables entrará en vigencia próximamente.
¿A qué productos afecta la prohibición del plástico de un solo uso?
Esta directiva afecta a los productos fabricados en plástico que sean desechables o de un solo uso, como por ejemplo:
- Hisopos para los oídos
- Bolsas de plástico
- Pajitas
- Platos, vasos y cubiertos descartables
- Recipientes o envases para comida
- Y muchos otros productos
¿Quiere decir entonces que todos estos productos van a desaparecer?
No exactamente. Dado que algunos de estos productos se consideran higiénicos gracias a su carácter desechable, los fabricantes deberán buscar materiales sostenibles para su producción y que actúen como alternativa al plástico.
Los objetivos de reciclaje y la responsabilidad de los fabricantes
En cuanto a otros productos de plástico de un solo uso, como las redes de pesca y las toallitas húmedas, se decidieron otras medidas, como limitar su uso, reducir su consumo y evitar que terminen convirtiéndose en basura mediante requisitos de etiquetado, regímenes de responsabilidad ampliada del productor, campañas de sensibilización y requisitos de diseño de los productos.
Además, se refuerza el principio de “quien contamina paga”. También tendrán más responsabilidad los fabricantes de redes de pesca, que tendrán que asumir el coste de la recogida de redes perdidas en el mar.
Los fabricantes estarán obligados, asimismo, a incluir en el etiquetado advertencias sobre el impacto medioambiental, por ejemplo en los vasos de plástico, productos del tabaco con filtros, tampones, las toallitas húmedas y las compresas higiénicas.
Los países de la unión europea tendrán que recuperar el 90% de las botellas de plástico en 2029. En 2025 el 25% del plástico de las botellas deberá ser reciclado y en 2030 el 30%.
Foto: imagen ilustrativa
Fuente: Noticias Ambientales