Leer es un hábito y un ejercicio más que saludable, y es ideal para incorporarlo a nuestra rutina diaria. Si somos padres, es importante que nuestros hijos, tanto niños como adolescentes puedan incorporar el hábito de la lectura, y apoyarlos e incentivarlos en esta tarea. Sin dudas, se trata de algo muy beneficioso, no solo en términos de placer y entretenimiento, sino que permite un mejor desarrollo desde diferentes puntos de vista.
Por un lado, leer puede poner en juego un gran ejercicio mental y cerebral tanto en niños, adolescentes como adultos. El contacto con el texto, su relación constante produce que la mente trabaje y realice su propio juego creativo y de imaginación. En este punto, la apertura mental es algo fundamental para el desarrollo del ser humano, y los libros parecen una gran opción para lograrlo. Además, en los niños cumple un papel fundamental, en tanto su desarrollo cognitivo está en pleno crecimiento, y las lecturas pueden incentivar más aún todo su potencial cerebral.
Además, la lectura permite fomentar la estimulación de la memoria, e implicar el desarrollo de la imaginación, la relación entre diferentes temas y tópicos, y sin dudas asegura la incorporación de nuevo léxico y vocabulario. Se estima que los niños y niñas que frecuentan la lectura, tienen un mejor desarrollo en sus trayectorias escolares, además que tienen muchas más herramientas comunicacionales y mejor rendimiento es sus relaciones interpersonales.
Para los adolescentes, las lecturas también pueden ser de gran ayuda para su desarrollo personal y espiritual. Son muchos los beneficios que pueden traerles las lecturas, sobre todo las relacionadas con la literatura juvenil, en donde pueden encontrar algunas respuestas a situaciones que se les presentan en ese momento especial de sus vidas. En este punto son muy importantes las lecturas que se les ofrecen desde las currículas escolares, ya que abordan temáticas afines a sus realidades. Tal es el caso del libro Los Ojos del Perro Siberiano de Antonio Santa Ana, en donde justamente se hace alusión a temas importantes para hablar en adolescencia como la vida, la muerte, el amor y la familia. Sin dudas, la adolescencia es un momento muy particular de la vida, el cual debe ser acompañado por los adultos a través de diferentes herramientas. En este sentido, las lecturas pueden ser de gran ayuda.
Por otro lado, la literatura y las lecturas también son más que productivas no solo por sus temáticas y contenidos, sino también aportan nuevas herramientas de comunicación. A través de ella los jóvenes pueden hacer crecer su léxico, y comenzar a incorporar nuevas herramientas oratorias y de escritura. Esto puede ir preparándote para una vida adulta, y en términos académicos y educativos aportar herramientas muy útiles. En general, la literatura juvenil suele utilizarse como herramientas que ayudan a la transición hacia el mundo adulto, y preparar a los jóvenes para que luego puedan abordar lecturas de mayor complejidad.
Finalmente, podemos concluir en que la lectura es uno de los mejores hábitos para inculcar a nuestros hijos. Descubrir nuevos mundos, desarrollar sus mentes, sus capacidades para relacionarse, derribar mitos y tabúes, son miles de beneficios que pueden disfrutar con tan solo acercarles un libro.