El Gobierno argentino pidió a sus ciudadanos limitar el consumo diario de agua ante la mayor bajante en 77 años del río Paraná, una vía fluvial clave del país sobre cuyo margen se encuentran importantes ciudades y puertos agrícolas, señaló un comunicado oficial difundido en las últimas horas del lunes.
Las 7 provincias que son alcanzadas por esta importante vía fluvial son Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
El Paraná nace en el sur de Brasil y en Argentina se extiende desde la provincia noresteña de Misiones hasta la provincia de Buenos Aires, donde indirectamente desemboca en el Atlántico Sur.
El río es la vía de transporte del 80% de las exportaciones del agro argentino y fuente de agua potable y energía importantes poblaciones urbanas. Sin embargo, debido a una prolongada escasez de lluvias en el sur de Brasil el Paraná actualmente está en su nivel más bajo desde 1944.
Ante esta situación, el Gobierno pidió a las personas «ahorrar agua en el consumo diario» y «almacenar agua de lluvia y utilizarla para regar», como también no realizar quemas de pastizales para evitar la propagación de amplios incendios como los sufridos el año pasado durante el invierno austral.
El sábado el Gobierno nacional anunció la asignación de 1.000 millones de pesos para mitigar los efectos de la bajante, que incluyen «la afectación sobre el abastecimiento y calidad del agua potable, la navegación y operaciones de puerto, el ecosistema, la fauna íctica y la generación de energía hidroeléctrica».
Sobre el margen del Paraná se encuentran importantes ciudades como las de Rosario, Paraná y Santa Fe, con amplias poblaciones. A su vez, al norte de Rosario se encuentra el polo agroportuario y agroindustrial de Argentina, un proveedor mundial líder de alimentos.
La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que el histórico bajo nivel del río podría costar al sector exportador de granos del país una pérdida de unos u$s315 millones en seis meses.