Según Unicef, más de 4 millones de habitantes del Líbano no contarán con agua potable  

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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó este viernes que más de 4 millones de personas, entre ellas un millón de refugiados, pueden quedarse sin agua potable en el Líbano debido a la crisis económica.

La organización estima que la mayor parte del bombeo de agua cesará gradualmente en toda la región en las próximas cuatro a seis semanas, y en caso de un colapso del sistema público de agua, dispararía los precios un 200 por ciento, incompatible para las familias vulnerables.

El representante de Unicef en el Líbano, Yukie Mokuo, precisó que “la actual crisis económica está acabando con el sector del agua. Los gastos de mantenimiento, que se han dolarizado, la pérdida del agua que no se contabiliza, el colapso que la red eléctrica está sufriendo en paralelo y la amenaza del aumento del precio del combustible están imposibilitando su funcionamiento”.

“A menos que se tomen medidas urgentes, los hospitales, las escuelas y las instalaciones públicas esenciales no podrán funcionar y más de 4 millones de personas se verán obligadas a recurrir a fuentes de agua inseguras y costosas, poniendo en peligro la salud y la higiene de los niños”, advirtió el organismo internacional.

El ente ha detallado que más del 70 por ciento de la población se encuentra en niveles críticos y muy críticos. De igual manera, Unicef precisó que 1,7 millones tienen acceso a sólo 35 litros al día, un descenso del 80 por ciento respecto a la media nacional antes de 2020.

Desde la Cumbre del G20 sobre “Medio Ambiente, Clima y Energía”en Nápoles, Italia, el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), QU Dongyu, subrayó la urgencia de incrementar el uso eficiente, la gestión sostenible y la calidad del agua.

La escasez del agua en el planeta solo va a resolverse pensando y gestando un nuevo modelo energético alternativo y popular, refiere el Movimiento de Afectados por las Represas en Brasil (MAB),  y aclara que debe tener entre sus pilares el control popular del agua y la energía, la economía de la energía, el fin de la mercantilización, precio justo, el fin de los subsidios a las grandes empresas y una matriz con base a energías alternativas como la biomasa, la eólica, la solar y el repotenciamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Telesur TV

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