Una imagen despertó la impotencia y el descontento de decenas de vecinos de la capital, ya que según retrató un cronista del portal Policías Trabajando, el camión encargado de la reposición de los tanques de oxigeno en el hospital Escuela no pudo cumplir su labor, ya que el área señalizada en la entrada del nosocomio se encontraba siendo ocupada por dos vehículos particulares que hicieron caso omiso a la pintura amarilla que marcaba que en ese espacio no estaba permitido aparcarse.
Decenas de comentarios expresaron la furia contra los conductores de los vehículos por entorpecer una cuestión vital como es garantizar la dotación de oxigeno para pacientes, «hay gente que que se esta muriendo y a estos no les importa nada», fue uno de los mensajes publicados.
También hubo reproches hacia el municipio, ya que en la zona no había inspectores de tránsito que hicieran respetar las normas viales.
