La falta de políticas de parte del Ejecutivo y el municipio en cuidado del medio ambiente quedaron evidenciadas en localidades como Goya, donde la histórica bajante del río Paraná deja expuesto la irresoluta problemática de los desechos cloacales, los cuales sin ningún tipo de tratamiento terminan sobre la costa de la ciudad, generando un foco infeccioso y peligroso para los vecinos que viven en la ribera o para los bañistas que llegan hasta el río.
Según trascendió, hubo una promesa en el año 2009 de parte de la gestión gubernamental para la creación de una planta de tratamiento de líquidos cloacales, pero quedó en la nada. Además, la gestión Valdés ni siquiera ha reparado en esta cuestión.