Olvida los drones con ametralladoras o con lanzallamas. Este cuadricóptero lleva un torpedo ligero Sting Ray con una cabeza explosiva de 45 kilos. El dron lo ha fabricado la compañía británica de seguridad BAE Systems y acaba de presentarse en una feria de defensa.
El T-560, que es como se llama el vehículo, es un dron no tripulado y su principal uso es el de servir como enlace rápido para transporte de carga. Su principal ventaja es que es completamente eléctrico. Con una sola carga puede transportar un peso de hasta 300 kilos a una distancia de hasta 30km y a una velocidad punta de 140 km/h.
En los años 60, la marina estadounidense operaba un pequeño helicóptero teledirigido, el Gyrodyne QH-50 DASH, que servía para transportar pequeñas cargas entre diferentes buques o contingentes en tierra. Aunque el DASH podía llevar el doble de carga al doble de distancia, era muy ruidoso y su motor de gasolina requería ser llenado como el de cualquier otra aeronave. El T-650 busca ser una alternativa más silenciosa y sostenible para el transporte de pequeñas cargas y el suministro de tropas. Con todo, el hecho de que sea silencioso y pequeño lo hace ideal para evitar los detectores de sonido enemigos y volar bajo el radar para depositar cargas como el torpedo Sting Ray.
Actualmente, el Sting Ray se puede lanzar desde aviones, drones o helicópteros y tiene un alcance máximo de 11km. Unido al dron T-560 significa en esencia que un barco podría atacar con uno de estos torpedos un blanco naval a unos 40km de distancia con muy pocas probabilidades de ser detectado hasta que fuera demasiado tarde. De momento el dron es solo una pieza de exhibición. Aún no ha entrado en producción a requerimiento del ejército de ningún país.
Fuente: Guizmodo [BAE Systems vía Popular Science]