El electorado de Resistencia le dijo NO a la gestión de los «bacheos» y de los «impuestazos»

Politica

En el resultado de las PASO de este domingo, mucho tuvo que ver la gestión de los intendentes en sus respectivas localidades.

En Resistencia, se impuso el radicalismo con la Lista 503 A “Yo Cambio”, encabezada por Leandro Zdero y Juan Carlos Polini. Sin dudas en gran parte, esta victoria es resultado del voto de los resistencianos que siguen esperando la reacción del Intendente Gustavo Martínez y el inicio de la gestión que, pareciera, nunca comenzó.

Martínez, durante el gobierno de Domingo Peppo, capitalizó al máximo al Equipo Hábitat para levantar su imagen y quedarse con la gobernación de la capital chaqueña. Y lo logró. Era una figura “prometedora” para muchos vecinos y vecinas; aunque para otros, seguía siendo el personaje que sólo llega para endeudar y hacer “caja”. Pero llegó.

A más de 20 meses de gobierno municipal, Resistencia sigue sin encontrar soluciones a cientos de problemas. La llegada de la pandemia mostró la primera falta de reacción de Martínez, ya que no sólo no tomó ninguna medida para acompañar a la provincia y atender así a las necesidades de los vecinos, sino que literalmente, se encerró “y respetó la cuarentena” como cualquier otro ciudadano que no tiene la responsabilidad de dirigir una ciudad.

Son innumerables las cantidades de reclamos de vecinos por la evidente ausencia de gestión: el alumbrado público; la falta de mantenimiento de las calles sin asfalto; la falta de limpieza y mantenimiento de barrios y espacios verdes; la gran cantidad de basurales en distintos puntos de la ciudad; el mal estado de las calles asfaltadas que representan un peligro para los ciudadanos; la falta de obras; las constantes denuncias por irregularidades en la gestión y en la aprobación de ordenanzas que impulsa; el tránsito; el transporte; un brutal ajuste a los trabajadores municipales; la deuda que mantiene con cientos de trabajadores que esperan cobrar sus contratos…

Un mandato en el que se mostró sin ideas para resolver los problemas de la ciudad y careció de dar respuestas a los ciudadanos que finalmente le dieron la oportunidad de gobernar la capital chaqueña. Aunque sí, brilló por la gran cantidad de “bacheos” y de aumentos en los impuestos.

No sorprende, en consecuencia, la derrota de la lista oficialista en Resistencia, la que comenzó a consumarse en el momento exacto en que Martínez y Capitanich fumaron una vez más la pipa de la paz. Y ante este panorama, sólo un milagro podrá hacer que se reviertan los resultados de un domingo 12 de septiembre que golpeó fuerte en el justicialismo chaqueño.

 

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