El Jefe de Estado encabezó este mediodía un acto junto a empresarios de la vitivinicultura y aprovechó para insistir en «sentarse a la mesa» para resolver los problemas que afligen a los argentinos.
El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que se debe trabajar «con la idea de que tanta pena» por el coronavirus «haya servido para algo», pidió «no profundizar las diferencias sino en lo que hay acuerdo» y remarcó que «es el momento de estar sentados todos juntos en la misma mesa».
Al encabezar este mediodía un acto de reconocimiento a empresarios nacionales de la vitivinicultura que fueron elegidos entre los mejores del mundo, el jefe de Estado instó a «sentarse a la mesa» para alcanzar acuerdos que permitan resolverle problemas a los argentinos.
«Siento que después de tanta pena, necesitamos estar en la misma mesa para diseñar el futuro. El único sentido de tanto dolor es que tengamos una enseñanza», señaló Fernández y allí afirmó que «el secreto no pasa por profundizar las diferencias sino en profundizar en lo que se está de acuerdo».
En ese mismo sentido y luego de ponderar el trabajo realizado en el Consejo Económico y Social que encabeza Gustavo Beliz, dijo que si con el diálogo se consiguen acuerdos en siete de cada diez problemas de Argentina, se le está haciendo «un gran favor» a quienes viven en el país.
Respecto del motivo del acto en el que se firmaron los lineamientos del programa de apoyo a la industria «Proviar 2», el Presidente recordó los antecedentes de esa política, que tuvo el Proviar 1 durante el Gobierno de Néstor Kirchner y la elección del vino como «bebida nacional» a través de un decreto presidencial.
«La industria es muy importante para Argentina. Desde Neuquén a Jujuy y ahora en Río Negro o también en la provincia de Buenos Aires. Pero pensemos esa zona andina: cuando hablamos de desarrollar, es desarrollar regiones a las que no les es fácil desarrollarse», señaló Fernández.
De esta manera, elogió «la nobleza de un producto que exige un trabajo de años» y ponderó a los industriales que aportan a una de «las inversiones de más largo plazo».
A continuación, el mandatario dijo que el país está ante «una oportunidad» y que es «una obligación» no desaprovecharla.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Julian Domínguez, también destacó como «una década después se consolidó lo soñado» con la denominación «bebida nacional» que tiene el vino.
«Tenemos todo por delante. Demos la pelea por ganar más mercado y por duplicar la presencia donde ya estamos», añadió.
Por su parte, Beliz recordó que fue el Presidente quién, durante la fiesta de la vendimia celebrada este año en Mendoza, quién ordenó poner en marcha el Proviar 2 que trabaja en línea con la agroecología, en el arraigo de los productores, en la generación de divisas, en la conversión de planes sociales en empleo genuino.
También el presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Martín Silvestre Hinojosa, señaló la potencia y el esfuerzo de las bodegas que incluyeron al turismo entre sus propuestas.
Además, destacó que, de cuatro botellas producidas, tres tienen como destino el mercado interno, un signo que señala la «fortaleza» actual y «la oportunidad de insertarse más en el exterior».
El empresario Jose Zuccardi -cuya bodega obtuvo el primer lugar en el The World’s Best Vineyards for 2021 y que fue señalado por el Presidente Fernández como «el Messi del Vino»- estimó que ese reconocimiento es para toda la industria nacional: «Estamos muy honrados y con mucho empeño de poner a la Argentina en el lugar que puede lograr».
Además de ese emprendimiento, la Argentina cuenta con varias bodegas entre las primeras 100 reconocidas en ese concurso: en el puesto 7 se ubicó Catena Zapata (Mendoza), Trapiche (Mendoza) en el lugar 18, El Enemigo Wines (Mendoza) en el 24, Colomé (Salta) en el 35, y Superuco (Mendoza) en el 42.
Fuente: Télam