Se trata de Nicolás Italiano, quien fue citado a declarar mañana a las 12 a la sede de la Fiscalía General de San Isidro, ubicada en la calle Acassuso 476.
Este testigo fue mencionado por Luciano «Lucho» Strassera, un abogado exnovio de Gianinna Maradona, que el mes pasado declaró ante los fiscales que entre agosto y octubre del año pasado había sido convocado por el propio «10» para que lo ayudara a entrenarse.
Italiano era el preparador físico que iba junto a Strassera al country de Brandsen en el que en ese momento vivía el por entonces DT de Gimnasia, para que hiciera ejercicio.
En su testimonial, Strassera contó fue imposible hacer entrenar a Maradona por las dificultades que tenía para caminar y porque además estaba deteriorado cognitivamente, al punto que dijo que el excapitán de la selección argentina «no conectaba» y que ello coincidió con un «cambio de medicación» que habían hecho sus médicos.
«Yo creí que íbamos a poder entrenar juntos. Pero su estado físico era muy distinto al que imaginaba. Le costaba caminar. El plan original de entrenar juntos pasó a ser lograr que volviera a caminar», describió el exyerno de Maradona.
Por ello, los fiscales de San Isidro Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra convocaron a Italiano para que aporte su punto de vista a la situación que describió Strassera.
En tanto, las declaraciones más esperadas de esta semana serán el miércoles, cuando vayan a la fiscalía las tres hermanas del exfutbolista que son particulares damnificadas en el expediente, es decir, Claudia Nora «Cali», Ana Estela y Rita Mabel «Kitty» Maradona.
Sus declaraciones también serán de manera presencial en la Fiscalía General de San Isidro, donde fueron citadas en horarios escalonados fijados a las 10, las 12 y las 14 de ese día.
Maradona, la mayor figura de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años de un edema pulmonar y una falla cardíaca el 25 de noviembre de 2020 al mediodía, en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre, donde transitaba la internación domiciliaria que está bajo investigación penal en la justicia de San Isidro.
Tras las conclusiones de una junta médica, siete profesionales de la salud fueron imputados por «homicidio simple con dolo eventual», figura penal que prevé de 8 a 25 años de prisión y que fue elegida por los fiscales tras una investigación en la que concluyeron que el equipo médico de Maradona fue «deficiente», «temerario» e «indiferente», y que sabía que el «10» podía morirse y no hizo nada para evitarlo.
Los imputados son el neurocirujano y médico de cabecera del exfutbolista, Leopoldo Luque (39); la psiquiatra Agustina Cosachov (36); el psicólogo Carlos Ángel «Charly» Díaz (29); los enfermeros Ricardo Omar Almirón (38) y Dahiana Gisela Madrid (36); su coordinador, Mariano Ariel Perroni (40); y la médica coordinadora de la empresa Swiss Medical Nancy Forlini (52).