Autoridades sanitarias de la Provincia confirmaron que en los últimos meses se registraron varios de casos de personas que fueron víctimas de la serpiente, una de las más letales de la región.
En la zona sur de la Provincia, sobre todo en zonas de la cuenca del Santa Lucía, hay alerta entre las autoridades sanitarias por la gran cantidad de mordeduras de yarará a personas que generalmente cumplen tareas rurales. Varias cuestiones se suman para la aparición de los peligrosos ofidios.
Son varias las cuestiones que se suman para la inusual invasión de estos reptiles, sobre todo en campos donde se realiza la cosecha de tomates, pimientos y otros productos hortícolas.
En las últimas horas, dos personas fueron atacadas por yarará en campos cercanos a Goya.
Una de ellas trabajaba en una finca tomatera en Yatayti Calle. Tiene 25 años. Le aplicaron 4 dosis de suero antiofídico en Santa Lucía y fue trasladado al Hospital de Goya donde continúa internado. Se encuentra estable.
Días atrás, una mujer de 40 años fue mordida en la mano por una víbora venenosa en un campo de la zona de San Pedro, a pocos kilómetros de la ciudad. Recibió seis dosis de suero antiofídico y continúa internada.
Los fundamentos de la invasión de yarará
«Con los primeros calores las víboras salen y se acercan mucho a las plantaciones de tomates, en los tendaleros. Últimamente sorprende la cantidad de yarará que hay en los campos. Hay que cuidarse mucho. Yo más que nada les sugiero a la gente a cuidarse utilizando botas y guantes», dijo Juan Carlos Peña, encargado del Serpentario de Goya, en diálogo con nuestro periodista Juan Cruz Velásquez.
Y explicó dónde suelen encontrarse habitualmente los reptiles: «en las esquinas de los tendaleros se tiran los cogollos del tomate o de los pimentones. Vienen ratas y aperea (cuis silvestre) a comer. Y ahí les ataca las yarará»
«Además, las carpas tienen buena temperatura y ahí llegan las serpientes», agregó Peña
Corrientes: Hay alerta en zonas rurales por inusitado aumento en mordeduras de yarará
En la zona sur de la Provincia, sobre todo en zonas de la cuenca del Santa Lucía, hay alerta entre las autoridades sanitarias por la gran cantidad de mordeduras de yarará a personas que generalmente cumplen tareas rurales. Varias cuestiones se suman para la aparición de los peligrosos ofidios
En el Hospital Zonal de Goya, todas las semanas hay entre 4 a 5 casos de mordeduras de víboras, en su mayoría ponzoñosas, lo que ya alertó a sus autoridades.
Son varias las cuestiones que se suman para la inusual invasión de estos reptiles, sobre todo en campos donde se realiza la cosecha de tomates, pimientos y otros productos hortícolas.
En las últimas horas, dos personas fueron atacadas por yarará en campos cercanos a Goya.
Una de ellas trabajaba en una finca tomatera en Yatayti Calle. Tiene 25 años. Le aplicaron 4 dosis de suero antiofídico en Santa Lucía y fue trasladado al Hospital de Goya donde continúa internado. Se encuentra estable.
Días atrás, una mujer de 40 años fue mordida en la mano por una víbora venenosa en un campo de la zona de San Pedro, a pocos kilómetros de la ciudad. Recibió seis dosis de suero antiofídico y continúa internada.
Los fundamentos de la invasión de yarará
«Con los primeros calores las víboras salen y se acercan mucho a las plantaciones de tomates, en los tendaleros. Últimamente sorprende la cantidad de yarará que hay en los campos. Hay que cuidarse mucho. Yo más que nada les sugiero a la gente a cuidarse utilizando botas y guantes», dijo Juan Carlos Peña, encargado del Serpentario de Goya, en diálogo con nuestro periodista Juan Cruz Velásquez.
Y explicó dónde suelen encontrarse habitualmente los reptiles: «en las esquinas de los tendaleros se tiran los cogollos del tomate o de los pimentones. Vienen ratas y aperea (cuis silvestre) a comer. Y ahí les ataca las yarará»
«Además, las carpas tienen buena temperatura y ahí llegan las serpientes», agregó Peña.