Si bien tanto el gobierno como el sector comercial celebró la apertura de fronteras, algunos referentes del sector de los combustibles adviertieron que la llegada de ciudadanos de Brasil y Paraguay produciría desabastecimiento de combustibles, dado que para ellos el precio es muy accesible.
Una de las primeras localidades en afirmar esto es Bernardo de Irigoyen, ciudad misionera que limita con Dionisio Cerqueira (Brasil), donde los visitantes del hermano país consiguen el combustible a mitad de precio, ya que el litro tiene un costo estimado de 6,50 reales.
La gran cantidad de gente repercutió en que el martes se frene la atención en la estación de YPF por la falta de naftas, si bien desde la Cámara de Comercio aseguraron que se han «stockeado», deslizaron que podría haber un nuevo lapsus de falta de combustibles durante el resto de la semana.
Foto: Fabian Acosta (El Territorio)
