* Por Marcela Acuña.
Ella se llama Luana, tiene 9 años, va a la Escuela de Educación Especial Primaria, perteneciente a la EPGS N° 2 del barrio Emerenciano; tiene una discapacidad motriz, solo se moviliza en silla de ruedas. No vive en el barrio Emerenciano; pero acude todos los días a clase, ya que la escuela es Primaria Especial, contando con docentes y profesionales preparados para dar clases.
Hoy con mucho entusiasmo espero al remís que la trajo, desde su casa, muy iluminada, hablando y representando a sus compañeros en la muestra anual a la que fuimos invitados en las instalaciones del Colegio Don Bosco de Resistencia, Chaco. Los mejores niños y niñas que prepararon su exposición acudieron gustosos a la muestra, donde fueron acompañados por sus maestros y docentes, y algunos con sus tutores.
Esta niña Luana fue una de las agredidas por los padres desaforados del Colegio Don Bosco; que si bien fue un grupo minúsculo; instalaron la violencia y hasta el temor a otros padres.
Fue cruel el tratamiento no solo hacia Luana sino hacia todos los demás niños y ni que hablar hacia los docentes que intentaban dar explicaciones políticas a violentos desaforados, que nos trataban de asesinos por llevar la imagen de Ernesto Guevara de la Serna (el Che).
Pero no fue solo ideológico el ataque sino descaradamente discriminatorio, ya que incluso uno de los padres solicitaba a viva voz al retirarnos, que “se debía desinfectar los baños», bien al estilo de baños de campo de concentración, donde al pueblo judío lo bañaban y preparaban para después hacerlos jabón.
Ante esto clausuraron los baños y no permitieron que ingresen los niños y niñas de nuestra institución. Faltaba solo esa parte pero la intención y la visualización ya estaban en marcha.
Antes de los hechos, me contaron los presentes que el colegio izó la bandera y rezaron; posterior a esto comenzaron con los ataques. Aparentemente, este grupo enviaba mensajes por WhatsApp, agitando a los demás padres que, sin entender mucho, venían a la escuela. Todo servía para correr a los negros piqueteros que habían tomado su escuela; excusa válida para hacer el daño que estaban haciendo yendo a cada espacio de la muestra, solo con ánimo de ofender y provocar.
Uno de los hijos de 8 años de edad de una compañera, al escuchar cómo un hombre agredía a su mamá, se asustó y le preguntó por qué hacía eso, si no estábamos haciendo nada malo.
Fue un acto no solo de violencia hacia los pobres sino, por sobre todo, hacia los niños y adolescentes, ni siquiera los tuvieron en cuenta para violentar todos sus derechos; su odio era el motor y nada los paraba.
¿Qué llevará a un ser humano a despreciar la vida de los demás y por sobre todo de los más vulnerables? ¿Qué los moviliza además del odio? ¿Cómo puede un colegio que se dice católico tener esas personas en sus filas? ¿Tendrán alguna sanción o quedará ese ejemplo en el Colegio Don Bosco para las futuras generaciones?
Creo que hoy somos nosotros; ayer era la inquisición hoy repudiada por el mismo Papa Francisco que deja en claro su mensaje en favor de su opción por los pobres. Nada justifica echar a niños y niñas; a personas con discapacidad; a nadie; si hay ideas diferentes hay que discutirlas pero primero conocerlas.
Para muestra solo basta una acción y lo de hoy nos mostró a todos no solo a la EPGS N° 2 Barrio Emerenciano lo que son capaces de hacer cuando tengan una porción del poder y creo que no solo hay responsabilidades sociales en materia de falta de formación política; sumado un derechismo extremo sino por sobre todo al odio calumnias e injurias que día a día imprimen los diputados y funcionarios del macrismo (radicales) señalizándonos como demonios, tal cual sucedió en la última dictadura militar genocida.
No debemos olvidar.
Así se empezó en los 70 y sabemos todos qué pasó. Tanto la iglesia como las grandes estructuras partidarias y todos los credos todavía están a tiempo de que lo peor no suceda ¿Qué es lo peor? Lo que sucedió hoy.
NUNCA MAS.
*Líder de Mujeres al Frente
