El Partido Nacional Escocés (SNP) ha impulsado una inusual moción de censura contra Boris Johnson por sus «acciones desastrosas» de los últimos meses. La moción reclama directamente un recorte del sueldo anual del «premier» (de 189.000 a 48.000 euros) «en base a su conducta», aunque no tiene posibilidades de prosperar ante la cómoda mayoría de 77 diputados que ostenta el Partido Conservador.
«Este primer ministro es francamente una vergüenza para la democracia y para el Parlamento», declaró Ian Blackford, al frente de los nacionalistas escoceses en Westminster. «El portavoz laborista suele decir estos días que «la broma ya no resulta graciosa. Pues bien, Escocia no le vio la gracia a la broma desde el principio».
Pese a no tener un impacto real, la moción del SNP llega con una importante carga simbólica en el momento más bajo de la popularidad de Johnson desde su victoria aplastante en las elecciones de diciembre del 2019. El 64% de los británicos desaprueba su gestión y el 52% opina que es «incompetente». El Partido Laborista de Keir Starmer se ha puesto incluso por delante del Partido Conservador en las encuestas (37% a 36%), según el último sondeo de Opinium para ‘The Observer’.
Con una puntuación de menos 17,2, Boris Johnson es el segundo miembro de su gabinete peor valorado en un sondeo interno de Conservative Home (sólo por detrás de su mano derecha en el Parlamento, Mark Spencer, con menos 21,1). Como contrapunto, la secretaria de Exteriores, Liz Truss, es la mejor valorada por los militantes con un índice positivo de «satisfacción» de 82,3%.
Fuente: El Mundo