En el último tiempo han llegado varias denuncias sobre un nuevo tipo de extorsión: la sextorsión o extorsión sexual. Pero… ¿de qué se trata?
Este nuevo tipo de extorsiones son una forma de explotación sexual en la cual una persona es induce o chantajea, con una imagen o video de sí misma desnuda o realizando actos sexuales que normalmente se consiguen mediante lo que se conoce como sexting. Generalmente, la sextorsión se realiza a través de plataformas y aplicaciones de mensajería por internet, como pueden ser WhatsApp, Snapchat, Instagram, FaceBook, entre otras.
La extorsión cuenta con dos etapas:
En la primera, una persona se contacta con otra a través de redes sociales con la intención de seducir. Después del avance de la conversación, el extorsionador “confiesa” ser menor de edad y, en ese punto, hace creer a la víctima que es culpable de un delito: Grooming. Allí, el verdadero victimario, suele pedir dinero a cambio de su silencio y de no realizar la denuncia.
En la segunda etapa, falsos policías contactan a la víctima de la extorsión a través de WhatsApp u otra plataforma. Se crean perfiles falsos y usan Oficios Judiciales falsificados para así empezar con la segunda extorsión: cambiar dinero a cambio de “cajonear” la causa de grooming.
Ante esta nueva problemática, te dejamos algunos consejos:
Cortar el contacto ante cualquier sospecha y hacer la denuncia en la Dirección de Cibercrimen o Fiscalía en Turno. Las capturas de pantalla que muestren los números telefónicos, los perfiles de las redes sociales y todo otro dato que pueda servir para la investigación.
Las fotos que usan estos extorsionadores para crearse un perfil de policías falso, son imágenes bajadas de internet y estos también son víctimas de estos hechos.