En las últimas semanas conmocionaron a la opinión pública los casos de maltrato y abuso infantil, de menores de muy corta edad asesinados y abusados sexualmente por sus familiares.
El filicidio de Lucio Dupuy, de cinco años, en La Pampa, por cuyo crimen está detenida su propia madre y su pareja; y en Neuquén, el crimen de Salomón, un nene de dos años abusado y asesinado a golpes por su padrastro. Incluso, las denuncias por maltrato infantil a la línea 137 aumentaron un 73% en cinco días, tras el crimen de Lucio.
La pregunta cómo puede ser que nadie haya podido evitar estos crímenes aberrantes. En la escuela, en la red familiar, en la justicia, en los hospitales que los atienden cuando van con golpes y lesiones ¿Cómo es que incluso ante las advertencias estos casos no se hayan podido evitar?
Hay claras señales a las que hay que prestar atención para poder prevenir y actuar ante la sospecha de abuso y maltrato infantil. No obstante la respuesta del sistema y la intervención de las autoridades pertinentes no siempre llega a tiempo.
¿Cuándo se considera que un niño está siendo maltratado?
La psicóloga infantil y maestra, Sabrina Niño, explicó que la mayoría de las veces se producen en el hogar. “Lo que se ve es cómo el entorno termina creando una situación donde se revictimiza a la víctima, la cual aprende que tiene que guardar secretos, que tiene que tolerar, que tiene que aceptar como lo ‘normal’ eso que le está pasando”.
Niño sostiene que muchas veces los chicos hablan y no les creen porque hay una cuestión de “poder mantener un equilibrio dentro de la familia”. Según la profesional, por eso es que tardan tanto estos abusos en salir a la luz, “porque el mismo sistema se acomoda para justificar ciertas acciones, ciertas conductas, o muchas veces hay cuestiones económicas del no querer ver”.
¿Qué signos nos pueden hacer sospechar que un niño puede estar siendo víctima de maltrato infantil?
En líneas generales, los signos pueden ser:
- Indicadores físicos
- Indicadores de comportamientos
- Indicadores académicos
“Debemos estar receptivos a las señales físicas repetidas, también a la falta de higiene, a la ropa inadecuada, a cambios significativos en la manera de actuar. También se manifiesta en niños que muchas veces presentan enfermedades, retrasos en su desarrollo, vandalismo, fugas, conductas antisociales o conductas demasiado infantiles para su edad”, describe Niño.
Asimismo, la psicóloga advierte que debemos estar alerta en casos donde el menor tenga una conducta sexual explícita, es decir que haga juegos inapropiados para su edad evolutiva o una masturbación compulsiva. Estos son los signos que pueden llegar a aparecer en el caso de un abuso sexual.
“Como posibles indicadores en los padres, podemos observar una despreocupación, que desprecien o desvaloricen al niño en público o que lo aíslen socialmente y no le permitan el contacto con otras personas”. Otra forma en que se puede manifestar el maltrato es con padres ausentes que tratan de compensar con bienes materiales.