Como en cada temporada estival en la que los establecimientos educativos están de receso, el Ministerio de Desarrollo Social despliega acciones para no interrumpir las prestaciones alimentarias en instituciones a las que asisten niños y niñas en situación de vulnerabilidad. Estas políticas sociales llegan a 28 municipios, 221 entidades y 34.207 alumnas y alumnos.
Las alternativas van desde la atención tradicional que se realiza durante el ciclo lectivo, es decir brindar la prestación en el establecimiento, el retiro de viandas por parte de madres, padres o tutores, o la entrega de módulos de mercaderías, modalidad que se aplica en zonas rurales. En caso de que las escuelas con comedores permanezcan cerradas, las prestaciones se trasladan a Centros Integradores Comunitarios (CIC) o en Centros Comunitarios Municipales (CCM). Estas acciones son coordinadas con los Municipios y el Ministerio de Educación.
Desde el área Comedores Escolares, de la Subsecretaría de Planificación Estratégica y Financiera de la cartera social, se señala además que la inversión social alcanza a los 80 millones de pesos. El accionar se extiende por 40 días hábiles, desde inicio de enero hasta finales de febrero, para luego empalmar con el comienzo del ciclo lectivo previsto para el 2 de marzo.
