El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, se mostró este jueves gravemente preocupado por el rápido deterioro de la situación y la acción militar en Ucrania, mientras el organismo estimó que cerca de 100.000 personas huyeron de sus hogares tras la invasión rusa y miles buscaron refugio en el extranjero.
En ese sentido, Grandi alertó que las consecuencias humanitarias para los civiles serán devastadoras, por lo que pidió a los gobiernos vecinos mantener las fronteras abiertas para acoger refugiados.
«Hemos visto informes de víctimas y personas que comienzan a huir en busca de seguridad. Las vidas civiles y la infraestructura civil deben protegerse y salvaguardarse en todo momento, de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario», tuiteó Grandi.
Si bien no es posible «aún confirmar las cifras exactas», la organización estimó que en las últimas 24 horas «cerca de 100.000 personas huyeron ya de sus hogares y podrían haberse desplazado en el interior del país y que varios miles cruzaron las fronteras internacionales», según la portavoz Shabia Mantoo, informó la agencia de noticias AFP.
Acnur también trabaja con los Gobiernos de los países vecinos, a los que les pide que mantengan las fronteras abiertas para quienes buscan seguridad y protección.
En ese sentido, Grandi especificó que Acnur ya trabaja con autoridades, la ONU, grupos comunitarios de desplazados internos y otros socios en Ucrania, y ya se preparó para proporcionar asistencia humanitaria.
«Estamos listos para brindar asistencia humanitaria donde sea necesario y posible. Debe garantizarse la seguridad y el acceso para los esfuerzos humanitarios para responder a cualquier situación de desplazamiento forzado», informó.
Sin embargo, señaló que debe garantizarse la seguridad y el acceso para el trabajo humanitario.
En tanto, las agencias humanitarias advirtieron que se preparan para las «catastróficas consecuencias» de la acción militar.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indicó que las hostilidades en Ucrania amenazan la vida y el bienestar de los 7,5 millones de niños que viven en el país.
«A menos que la lucha disminuya, decenas de miles de familias podrían ser desplazadas por la fuerza, aumentando drásticamente las necesidades humanitarias», advirtió Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef.
También el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó del impacto que tendrán los enfrentamientos en el sustento de las familias.
La directora de Emergencias, Margot van der Velden, indicó que «el personal del PMA sobre el terreno en decenas de países afectados por conflictos es testigo del impacto devastador de los combates en millones de vidas. Por eso, abogamos por la diplomacia como la única forma de resolver los problemas».
También la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) hizo un llamado a respetar el derecho internacional humanitario en Ucrania y mencionó la obligación de las partes enfrentadas de proteger a los periodistas y profesionales de los medios de comunicación en esos escenarios.
Del mismo modo, urgió a no lanzar ataques contra niños, maestros ni personal educativo y a preservar el derecho a la educación.
Acnur ya intensificó sus operaciones y capacidad en Ucrania y los países vecinos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este jueves por la madrugada una «operación militar» en el este de Ucrania, días después de haber reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
En respuesta, Ucrania dijo que rompe relaciones con Moscú.
Ante el avance la acción militar en Ucrania Grandi recordó que «no hay ganadores en la guerra, pero innumerables vidas serán destrozadas».